lunes, 13 de julio de 2015

De cuando la causa del Siervo de Dios, J. Jesús Méndez estaba ya en Roma

   Hace poco tiempo comentaba sobre esa característica que, lamentablemente está adherida a la forma de ser y costumbres de los salmantinos, esa de la apatía. La vimos reflejada en los resultados de la elección para el próximo Alcalde (2015-2018) en la que hubo un abrumador abstencionismo Lo hemos visto también en la limpieza de las calles en las que la constante es la basura, sin importar si se trata de barrio o colonia y a nadie le importa pues, mientras esté limpio el interior, el frente, el espacio público "no me interesa", dicen muchos.

   Y el tema se va un poco más allá, a lo religioso, pues tal parece que aquí, por estos lares, la Fiesta, Feria o Kermesse, en torno a los Santos es más del orden secular que el religioso, es decir, la fiesta se ha secularizado dejando a un lado su sentido religioso. Cosa que, por cierto, sucede en casi todo el país, salvo contadas excepciones, la fiesta se ha vuelto, (por ejemplo Navidad o Semana Santa) un periodo vacacional para el disfrute y goce de los sentidos. Eso es parte del paquete de la modernidad o el sistema de vida actual, eso lo entiendo muy bien. Esta imagen la tomé en Huetamo, Michoacán.

  Lo que me llamó la atención, ahora que vuelvo de algunos puntos de Michoacán, es que allá vi que el culto a un Santo que vivió en Salamanca, es decir, en Valtierrilla, se difunde, mientras que en Salamanca, a 8 kilómetros de Valtierrilla, aun hay gente que no sabe de él. Esto que vemos ahora es un toma que hice en la Catedral de Morelia. Y fue en uno de los Boletines Diocesanos que encontré un documento que, seguramente te será interesante, lo transcribo íntegro.

EDICTO.

José del título de San Onofre, Presbítero Cardenal Garibi Rivera, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Arzobispo de Guadalajara, con autorización de la S. Congregación de Ritos (Prot. G26/961) para hacer Proceso Diocesano de los Sacerdotes y Seglares, víctimas de la persecución religiosa, con la debida autorización del Excmo. y Rvmo. Sr. Arzobispo de Morelia, al clero y fieles de la Arquidiócesis de Morelia.

Debiendo recoger todos los escritos del Siervo de Dios J. de Jesús Méndez, Sacerdote, sacrificado en la ciudad de Valtierrilla, Gto., el día 5 de febrero de 1928, y estando mandado por los SS Cánones que una vez abierto el Proceso de Beatificación se proceda a la búsqueda de los escritos que son o se atribuyen al Siervo de Dios que se intenta beatificar para que se remitan a la Santa Sede, DISPONEMOS a todos, sacerdotes y fieles, que tuvieren en poder algunos escritos impresos o inéditos, catas, diarios, autografías o cualquier otro documento, que en término de un mes, a contar del día 20 del presente mes, los entreguen cuanto antes a esta Rma. Curia o a la de Guadalajara, bajo las penas convenientes y aun bajo las censuras que procedan.

Así también mandamos a quien tenga noticia de que algunos de estos escritos están en poder de particulares, lo avisen a la Rma. Curia de Guadalajara para que en su oportunidad declaren lo que sepan a este respecto.

Finalmente mandamos que quienes teniendo en su poder algún escrito del Siervo de Dios, quieran conservarlo, al menos lo faciliten a la misma Curia de Guadalajara para tomar copia auténtica del mismo.

Dado en Guadalajara, Jal., el día 28 de Octubre de 1968.

José Card. Garibi Rivera, Arzobispo de Guadalajara. José Pérez Alba, Secretario.

Este edicto será leído en las misas del domingo siguiente a la fecha en que se reciba y después será colocado en la puerta principal de esta iglesia.

  Vemos en el documento varias cosas interesantes para quienes buscan datos de la historia de Valtierrilla, uno de ellos es que la causa estaba iniciada desde antes de 1968, ya había pasado por la parte diocesana pues ya tenía el título de Siervo de Dios, ahora se buscaban esos documentos que el edicto menciona, que son considerados por la Iglesia como reliquias de primer grado, quien llevaba la causa era el Cardenal Garibi Rivera, pasarían 30 años para que el padre Méndez fuera Beatificado y en 2000 Canonizado por Juan Pablo II. La imagen que ahora vemos la tomé en la parroquia de Guadalupe en Valtierrilla, municipio de Salamanca, Guanajuato.


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