domingo, 14 de diciembre de 2014

La visión de don José Muro cuando visitó a Salamanca en 1943.

   Quienes contamos con más de cinco décadas de vida vivimos, en nuestros primeros años, esa que algunos calificaron como "invasión" al determinar que la nueva refinería de petróleo se construyera en Salamanca, para 1943 hubo una visita de Lázaro Cárdenas, él ya no era Presidente de la República, lo era Manuel Avila Camacho, Cárdenas era el Secretario de la Defensa Nacional, aun así, él estuvo en Guanajuato para determinar en qué lugar se construiría la Refinería que, para 1950 se llamó RIAMA. El siguiente es un extracto de las memorias de don José Muro Lozano, quien fuera el primer Superintendente de la Refinería de Salamanca y que estuvo presente desde la elección del sito, la construcción y la puesta en operación. Personaje, por cierto, al cual Salamanca le debe un muy merecido homenaje.

    Luego de revisar varios archivos fotográficos, selecciono varias fotografías que nos dejan ver exactamente como era Salamanca entonces, antes de que la refinería estuviera construida, algunas otras cuando la refinería entró en operación, en ellas lo que veo es el retraso que había en la población, cosa que don José Muro manifiesta claramente en su escrito:

   "Con motivo de la guerra en Europa o por cualquier otra causa, los ferrocarriles en México carecerían de fuerza motriz suficiente para movilizar toda la carga a distintos puntos del país. Esta situación era particularmente muy seria en la división Tampico Cárdenas en donde para subir el Espinazo del Diablo se requerían forzosamente dos locomotoras llevando un número limitado de carros. Cuando aun en Tampico teníamos cantidades suficientes de gasolinas y los otros derivados del petróleo había de hecho una escasez en toda la República por fallas que justificadamente se imputaban a los ferrocarriles. Para ayudar a resolver este problema se planeó construir un oleoducto de Ébano, San Luis Potosí, a Cárdenas, San Luis Potosí, para bombear combustible para los ferrocarriles así como para cualquier otro usuario. Se hicieron arreglos a los ferrocarriles para que Petróleos proporcionara las tuberías y las bombas y los ferrocarriles instalaran el oleoducto aprovechando el derecho de vía de los propios ferrocarriles. Petróleos cumplió con su parte no así ellos que nunca llegaron a iniciar las obras. Con el propósito de resolver este problema que ya era realmente grave en el país, se proyectó originalmente construir una refinería en San Luis Potosí, proyecto que fue desechado considerando que estaba muy al norte de los centros importantes de consumo y fue así como se decidió instalar una refinería más o menos en el centro geográfico de la República. Con este motivo se hizo un viaje de inspección y estudio por una comisión que integraba el señor general Cárdenas, el señor Efraín Buenrostro y el que esto relata.

    "Se visitó primero la ciudad de Celaya que aun cuando no tenía ni tiene muchas industrias había solo una fábrica de cigarros y muchas de cajetas, la ciudad era limpia con varias calles pavimentadas y servicios de agua potable completos lo mismo que de alcantarillado y drenaje. La siguiente población visitada fue Salamanca en donde se pudo apreciar el gran contraste que había en este pueblo y Celaya. En Salamanca no había ningún servicio sanitario, toda el agua para el consumo de la población se obtenía en un pozo con agua bastante caliente localizado en la propia plaza principal del pueblo. No había ni un sólo metro de pavimento y las calles estaban permanentemente llenas de lodo púesto que las aguas negras corrían por estas mismas calles, en fin, Salamanca estaba atrazada cuando menos cincuenta años con respecto a otras poblaciones de México.  Después de visitar salamanca, se visitó Irapuato que lo mismo que Celaya era una ciudad limpia y con servicios completos de saneamiento, no había tampoco muchas industrias siendo escencialmente como el resto del bajío lugares eminentemente agrícolas, por último visitamos León Guanajuato, en donde ya entonces y siguie siendo ahora la ciudad que produce más zapatos en México.

    "El señor general Cárdenas después de efectuar la visita a los cuato lugares que se mencionan nos preguntó si técnicamente pudiera haber alguna razón que justificara escoger cualquiera de los puntos visitados, se le informó que tan lejos como hubiera agua y ferrocarril cualquiera de los cuatro lugares pudiera ser sensiblemente lo mismo. El señor general Cárdenas con muy buen juicio sugirió que la refinería se instalara en Salamanca que era el pueblo de mayores carencias y el más atrasado de los cuatro que habíamos visitado. De inmediato se procedió a adquirir los terrenos necesarios, localizar el área de la refinería, de las colonias, etcétera. Y se iniciaron las obras de ingeniería civil construyéndose las oficinas principales, las de personal, etc., etc. El proyecto originalmente para esta refinería era totalmente mexicano, siendo ejectiuvos del mismo el señor ingeniero José Colomo y el que esto escribe. Como no había dinero para comprar plantas nuevas se pensó aprovechar lo existente en Mata Redonda y Bella Vista de lo cual se adelantó combiando las estructuras de los talleres de Mata Redonda y algunos tanques de Bella Vista. Posteriormente este proyecto fue modificado y haciendo director el señor Antonio J. Bermúdez y de lo cual hablaremos más adelante.

   Efectivamente, así era Salamanca, bien lo escribió Rojas Garcidueñas: "Salamanca era mortecina entonces, pero nunca fue así". Por cierto,y a propósito de Rojas Garcidueñas, recuerda que seguimos teniendo a la venta la reedición de su libro Salamanca, recuerdos de mi tierra guanajuatense. Edición que me permití comentar.

Fuentes:

1.- Muro Lozano, José. Breves comentarios sobre la industria petrolera en México. Edición del autor. México, 1973. pp.17-18
      

viernes, 12 de diciembre de 2014

12 de Diciembre de 2014 en Salamanca, Guanajuato.

    Hoy sí está haciendo frío por el Bajío, hoy sí que la leyenda de aquella mañana en que se dice ocurrió la aparición en el cerro del Tepeyac encuadra con los grados de temperatura que sentimos por estos rumbos. Pero lo interesante no es recurrir a la leyenda sino a los hechos y ver lo que ocurre en Salamanca en un 12 de Diciembre. Como es tradición, la imagen de Guadalupe que pintó Candelario Rivas es bajada de la parte superior del altar mayor y se pone en la parte central, para ser admirada con mayor facilidad, esto en el Santuario del Señor del Hospital.

    El cuadro es sumamente bello, está por cumplir su centenario, faltan 6 años para que se conmemore, pues fue pintado justo luego de que Candelario Rivas regresara de la Basílica de Guadalupe, después del bombazo ocurrido que dañó la imagen original y que él restauró. Y, embebido en esa belleza, cuando regresa a Salamanca pinta un lienzo con los apuntes y bosquejos que, seguramente, cuando estuvo frente al lienzo hizo para dejarnos en Salamanca una pieza que bien podemos catalogar como única. Se trata de algo que seguiré insistiendo es una imagen "tocada" pues fue ejecutada por alguien que restauró la original.

    Esta toma la hice hace pocos días, quizá hace un par de semanas, vemos, a la derecha, la imagen de "bulto" de San Bartolomé Apóstol, el Santo Patrono de Salamanca. Al fondo, el altar mayor y en el centro el nicho principal con el Cristo negro del Señor del Hospital, al lado derecho San Juan Evangelista, al izquierdo la virgen María. Al centro, en la parte superior, está el lienzo pintado por Candelario Rivas, que es la manera en que habitualmente se muestra.

    Si observas con atención esta imagen, verás que, lo que hay detrás del cuadro, en la parte alta, donde regularmente se localiza, se ve el diseño original, elaborado, medido, bien desarrollado, y comprobamos que el maestro Rivas lo hizo justo a la medida para que no descuadrara en lo mínimo con el proyecto original y se integrara a la perfección. Creo que esta es una de las cosas excepcionales de arte que tenemos en Salamanca y que hay que saber apreciar, entender y mostrar, incluso, por qué no, presumir.

   Y ocurrió también que, en el Santuario de Guadalupe, dentro de las celebraciones de Guadalupe, se hizo una solemne procesión con la imagen que allí se venera, se trata de un lienzo tocado. Así se puede ver en la parte baja del mismo en donde se anota "santo y seña" de cuándo, en dónde y con quién, se hizo la ceremonia del tocado.

   Esta es otra de las cosas que tenemos en Salamanca que es necesario aprender, entender, difundir y, vuelvo a decirlo, por qué no, presumir.

   En esta toma podemos ver con mayor claridad la imagen tocada de Guadalupe que tenemos en Salamanca y que se venera en su Santuario.

   La imagen me ha sido difícil de retratar, pues, al tener un vidrio que la protege, los reflejos de luz, sea de la natural que de la artificial o las velas, no me permite obtener una toma clara, esta es la que se incluye en el anuncio de las Novenas, y alcanzamos a notar en la parte baja, luego del ángel, en donde no se aprecia mucho más que una sombra oscura, es allí en donde están los datos relacionados a la ceremonia del tocado. Esta historia la puedes leer completa aquí.

   Pero eso no es todo. Partiendo de la idea de que fue Miguel Cabrera el pintor autorizado a hacer las primeras copias oficiales de la imagen de Guadalupe, una de ellas para el Arzobispo de México, otra para el Papa en turno y una más para él (de la que luego se haría una buena cantidad de copias, ya que fue la que sirvió de modelo), en Salamanca tenemos otra maravilla más, pues se dice que la imagen de Guadalupe ubicada en el retablo de Santa Anna en el templo de San Agustín, fue pintada por Cabrera. Y, a sabiendas de que el caudal de los agustinos era grande a mediados del siglo XVIII, quizá haya sido también "tocada" en una ceremonia especial, eso aun no logramos documentar.

   Y de que el culto a Nuestra Señora de Guadalupe es grande en Salamanca, no hay duda, y las manifestaciones abundan, como esta.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Bases para pensar que la traza actual de Salamanca no es la original.

   La inquietud la tengo desde hace algunos años pues no me cuadra eso de que dice la que llamamos "acta de fundación" de la Villa de Salamanca en la parte del trazo de las calles de la misma, la cual fue "a cordel", lo que quier decir que se hizo una traza perfecta, y las calles, algunas si son perfectas pero otras no llevan se línea recta, por ejemplo, si vemos rumbo oriente, en mitad de la actual calle de Revolución, que se llamó antes del Relox, veremos que, justo la parte del Convento de San Agustín se mete y no deja ver ese tiro a cordel con el que se debieron haber trazado las calles, aunque, hay que entender que el trazo se hizo en 1603 en unas cuantas manzanas, las suficientes para albergar allí a 30 familias, cuatro en cada manzana, más una para el templo, más una para las casas consistoriales y demás servicios públicos. 12 manzanas en total.

   La ciudad se trazó en 1603, y San Agustín se comenzó en 1615, quizá sea esa la razón por la cual no hay esa precisa traza, como la de Puebla o la de Morelia, aunque estas ciudades fueron fundadas antes, 1531 y 1541, respectivamente, y se observaron a la perfección las reales ordenanzas.

   Sin embargo, hay calles que si son trazas perfectas, trazas a cordel, especialmente las que están en torno al Jardín Principal o Jardín de la Constitución, en donde comienzan a descuadrarse son por el rumbo de la Parroquia Antigua, apenas dos calles al poniente. Además hay otra gran duda que tengo y que no logro encontrar la razón. El que se ubique la Parroquia no en el Jardín o Plaza Principal, sino a dos calles de allí. Las dudas las planteo, y te comparto esto que aparece en el Capítulo XI, del Libro Primero del Tomo IV del México a través de los siglos, en donde se plantea todo esto de las trazas. Si lo lees con mucha atención verás algunos párrafos que bien los podemos aplicar al caso de la fundación de la Villa de españoles de Salamanca.

   "A cada vecino se le daba un solar para fabricar su casa, que formaba parte de una peonía o una caballería, según fuere el pobaldor infante o jinete. Estos repartimientos comenzaron a ordenarse desde el tiempo de don Frenando V, en 1513, y reformaronse por Carlos V y Felipe II; pero legalmente una peonía era un solar de cincuenta pies de ancho y cien de largo, cien fanegas de tierra de labor de trigo o cebada, diez de maíz, dos huebras de tierra para huerta y ocho para planta de otros árboles de secadal y tierra de paso para diez puercas de vientre, veinte vacas, cinco yeguas, cien ovejas y veinte cabras.

   Una caballería era un solar de cien pies de ancho y doscientos de largo, y en lo relativo a tierras de labor y pastales lo correspondiente a cinco peonías. Difícil es descubrir las reglas que tuvieron para la formación de las poblaciones los españoles en los dos o tres primeros años que siguieron a la Conquista; pero como ya en 1523 comenzaron a regir las ordenanzas de Carlos V y después las de Felipe II, y como la mayor parte de los pueblos conservan aun en su formación el carácter que les imprimieron los conquistadores, no es aventurado suponer cual fue la manera de formarse de aquellas poblaciones y cuándo se observaron o se olvidaron las provisiones reales.

   "La planta de una población, una vez escogido el lugar, debía formarse de calles tiradas a cordel, dejando en el centro la plazuela, en que había de levantrse el templo principal, y así procuro ejecutarse, porque se observa en las poblaciones que donde son angostas o tortuosas las calles se debe más bien a posterior indolencia de las autoridades que a defecto o falta de cuidado en el trazo. Los templos de los pueblos, tanto por las reales prevenciones ocmo por propia conveniencia, fabricaronlos los conquistadores con todo el aspecto de fortalezas que conservan hasta hoy, sin omitir ni las almenas, y procurando que con las casas de gobierno pudieran formar una línea de defensa con segura y fácil comunicación.

   "Los pobaldores que se asentaban por vecinos en alguna de esas villas españolas no perdían el carácter de soldados, por el contrario, aun los que no habían pertenecido al ejército contraían obligaciones militares. Cortés reglamentó estas obligaciones en el año de 1524. Todo vecino debía tener en su casa una lanza, una espada, un puñal, una rodela y un casquete o celada, y además las armas defensivas que pudiere, ya de las que se usaban en España, ya de las que se acostumbraba traer por los naturales de la tierra, y presentarse con ellas en los alardes o revistas; pero los encomenderos estaban obligados a mayor apresto según la importancia de su repartimiento; el que tuviere quinientos o menos indios debía tener también además de las armas desfensivas, dos picas, lanza, espada, puñal y escopeta o ballesta con toda su dotación de combate y reserva.

   "El que tuviere de quinientos a mil indios, además de esas armas debía estar provisto de un caballo o yegua con todos los arneses necesarios, y si el repartimiento llegaba a dos mil indios, doblaba la obligación en armas y caballos. Los alcaldes y regidores de las poblaciones españolas estaban obligados a hacer cada cuatro meses un alarde o revista d elos vecinos, aplicándoles las multas que señalaba la ordenanza en el caso de faltar o no estar en corriente las armas que debía tener cada poblador.

   "Pero las poblaciones de Nueva España eran de dos clases: las unas de españoles, aun cuando en ellas hubiera sirvientes indígenas o negros, y las otras de indios que consistían los repartimientos de los conquistadores y entraban en encomienda o le correspondían como tributarios directos al monarca espalo.

   "La división que se hizo por Hernán Cortés de las poblaciones de los indios señalando unas al rey de España y otras a los encomenderos, motivo fue de muchas acusaciones que se hicieron a Cortés diciendo al rey que el conquistador había señalado para la corona pueblos y provincias que después se había apropiado él mismo, mirando que era la tierra y abundantes los tributos.

   "Al principio quiso establecerse la regla de que el encomendero viviera en el lugar de su repartimiento; pero muy pronto se observó que esta medida tenía grandísimos inconvenientes, porque si altivos eran los pueblos tributarios, la vida del encomendero y la de sus sirvientes, esclavos y naboríos estaba siempre en peligro, y si dóciles los abusos y tiranías del encomendero y sus criados no reconocían límite adoptose, pues, el sistema de obligar a los indios a reducirse a poblaciones bajo la dirección de sus caciques, lo que facilitaba el cobro de los tributos. Formando los españoles villas y ciudades en donde el mutuo auxilio les ponía en seguridad en caso de insurrección, les proporcionaba medios de pacificar los pueblos rebeldes y les hacía vivir bajo la vigilancia, no solo de la autoridad, sino de los demás vecinos, moderándolos así en mucha parte de sus desmanes.

   "Posteriores disposiciones prohibieron rigurosamente a los encomenderos vivir o permanecer mucho tiempo en los pueblos de sus encomiendas, extendiéndose esta prohibición a las personas de su familia y de su servidumbre, y vedándoseles tener estancias de ganado en los términos de sus encomiendas y separar a los indios del repartimiento para llevarlos como servidores a las habitación del encomendero.

    "Los tributos se cobraban por medio de los caciques, y esto que ponía a los indios en lo general a cubierto de las exigencias directas del encomendero, les convertía en víctimas del cacique, que urgido por el señor del repartimiento tenía que gravear naturalmente con excesivas cargas a los tributarios. En los pueblos de indios el encomendero estaba obligado a levantar el templo y a sostener el doctrinero que instruyera a los indios en la fe cristiana; pero estos gastos no siempre los hacía de su propio peculio sino que en muchas ocasiones el fisco venía en su auxilio". (1)


No sé tú, que lees esto, ¿estoy en lo correcto de que la traza actual de las calles de Salamanca, no son las originales?


Fuente:

1.- Riva Palacio, Vicente. México a través de los Siglos. Tomo IV. Editorial Cubre. México. 1986. pp. 101-102

lunes, 1 de diciembre de 2014

El culto al Señor del Hospital en 1961.

   Hay quien aun no sabe cuál de todos los Santos que se veneran, o de los que tenemos imágenes de bulto en Salamanca es su Santo Patrono, muchos piensan que es el Señor del Hospital, pocos que saben que es San Bartolomé. Hay quien piensa que Nuestra Señora del Socorro y nadie se atreve a pensar que lo es San Juan de Sahagún. Vamos por partes.

   Salamanca se fundó como una Villa de españoles, eso ocurrió en 1603, luego de que, unos meses antes, en agosto 16 de 1602 se diera la Merced de Fundación por parte del Virrey. Entonces fue que se asignó a San Bartolomé Apóstol como el santo patrono de la villa, la razón es una sola: la autorización, es decir, la Merced de Fundación, llegó a lo que sería Salamanca justo en la víspera de la festividad de San Bartolomé, de allí que él sea el Santo Patrono. Pero, de acuerdo a la leyenda, ya 43 años antes había llegado una imagen, la del Cristo de los Agonizantes que tomó carta de naturalización en lo que luego sería Salamanca. Para 1615 la Orden de San Agustín funda su convento, dedicado a San Juan de Sahagún y ellos, tienen como patrona a la Virgen del Socorro. De allí que se haya confundido el patronazgo que sobre Salamanca hay en lo religioso.

   El culto al Señor del Hospital creció de tal manera que, pocos años antes de concluir el siglo XIX, estaba ya considerado dentro de los cinco lugares de peregrinación más importantes, debido al número de creyentes que a él llegaban. La Basílica de Guadalupe ocupa y seguirá ocupando siempre el primer lugar, le sigue la Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, el tercer sitio lo era El Santo Señor de Chalma, en el Estado de México, el cuarto era el Santuario de Nuestra Señora de Zapopan y seguía luego Salamanca con El Señor del Hospital. ¿Qué pasó que decayó la afluencia de peregrinos? Seguramente la proliferación de Santuarios en distintos lugares del país o el surgimiento de Santos que han atraído a la feligresía, como es el caso de Santo Toribio Romo, santo al que se le ha adjudicado el patronazgo de los migrantes, razón por la cual su suntuario ha crecido impresionantemente en tan solo catorce años.

   Encuentro este cartel, afiche o póster, como gustes llamarlo, en el que se anuncian las festividades de la Semana Mayor de 1961, hace apenas 53 años, cuando las peregrinaciones eran casi tumultuarias para visitar al Señor del Hospital durante su novena que terminaba, como bien lo sabemos, el Martes Santo, día que por tradición se le asignó para su culto.

Orden de las Peregrinaciones:

Lunes 20.- Hacienda de Uruétaro, Rancho de la Luz y San Rafael de Uruétaro.

Martes 21.- Organización de San Miguel, Santa Bárbara, La Noria, Vicaría fija de San Guillermo.

Miércoles 22.- Colonia Chávez, Los Prietos, Palo Alto, Congregación de Santiaguillo de García y Ranchos Intermedios.

Jueves 23.- Colonia de los Dolores, Congregación de Los Lobos, Callejones Granados, Labor de Valtierra, Valtierrilla, Buenavista de Valtierra, La Palma, Santo Domingo, San Joaquín, Cuatro de Altamira y Colonia Agrícola.

Viernes 24.- Hacienda de Cerro Gordo, Valencia, Aguilares, Divisador, San Rafael de Cerro Gordo y Ranchos Vecinos.

Sábado 25.- Celadores de Abasolo, Gto. Telésforo Morales, J. Jesús Noriega, Mario Estrada, Barbarita Morenom, Federico Huerta, Cornelio Corrales, Magdalena Vallejo, Antonia Vargas, Toribia Rico, Juan Mejía, José Zavala. Rancho de Pitallito, Celador Jerónimo Gutiérrez. Rancho de las Cabrillas, Celador Agustín García y Luz Sánchez. La Capilla y Rancho el Besumbre, Celador J. Jesús Gómez, Manuel Rosales, Manuel Granados y Francisco Medel. Celador Florencio Gutiérrez y Teófilo Morales. Rancho de San Aparicio Celador J. Concepción y Silvano. Rancho de la Luz Celador Pablo Servín. Rancho de San Antonio Celador José Celio, Aristeo de las Boquillas: Rogación de las Estacas, Rancho de Agua Blanca Celador Francisco Estrada. Rancho El Peñón (...roto...) Pénjamo (...roto...)

Domingo 26.- Gremio de Albañiles de la Ciu (...roto...) Presidente Ramón Uribe, Secretario: Antonio Reséndez, Tesorero: (...roto...) de las Fábricas de la Ciudad: hora de reunión a las 7:30 por el Panteón Municipal; el Recibimiento a las 8:30 en la Puerta de la Parroquia del Sr. del Hospital. Cooperación de la Banda de Guerra de San Miguel, del Jefe Lorenzo Gutiérrez.  Valle de Santiago, San José de Parangueo, Mogotes, y Yuriria, se suplica puntualidad para el mejor orden de todos con sus palmitas en la mano.

Lunes 27.- Romita, Piedras Negras, Gto., Panales, Pueblo Nuevo, San Roque, Zacapu; Irapuato Celadores: Miguel Morales, Rodrigo Negrete, Manuel Carranza, Bartolo Mendoza, Casimiro Asa, Rosario y Rafael Vallecillo. El Recibimiento a las 12 del día. Sialo de la Victoria, Gto., Celador: J. Santos Huichapa, Marfil, Gto., se recibirá a las 4 de la tarde.

Martes 28.- Escuela de ánimas, León, Gto., Presidente: Alberto y Margarita Trujillo. Celadores Mayores: J. Guadalupe Rodríguez y Juana Serna; Mayor de Coros: Basilio Arredondo. Mayor de Cruz Amarilla, Ma. Lourdes Trujillo.

Martes 28 de Marzo. 
Solemne función a las 9.00 a.m. 
León y sus rancherías, Celadores Presidentes: Alberto y Margarita Trujillo, Celadores Mayores: León Hernández y Juana Sierra. Mayor de la Cruz Amarilla: Ma. de Lourdes Trujillo.

Parroquia y Santuario del Sr. del Hospital.
Párroco: Luis G. Flores.



martes, 25 de noviembre de 2014

Extraños movimientos subterráneos en Guanajuato, Enero 9 de 1784.

    Encontramos en la Gazeta de México, del 28 de Enero de 1784, un documento que me parece curioso pues habla de un suceso un tanto cuanto extraño que muchos seguramente calificaron con una antesala al fin del mundo o como un reclamo del Cielo ante los muchos pecadores que entonces había por la región. Lo transcribo completo para compartir contigo algo que si bien no nos dice de un evento histórico notable, si nos dice de los aconteceres en aquel ya nada apacible último cuarto del siglo XVIII por la Intendencia de Guanaxuato.

"Guanajuato.-

     El Cabildo, Justicia y Regimiento de esta Ciudad, con fecha 14 y 17 del corriente expone á S. Exa. la consternación en que se hallan sus habitantes á causa de los estruendos y movimientos subterráneos que se han sentido desde la madrugada del día 9 en todo el territorio; pues aunque en los cuatro díassiguientes solo se percibían con lentitud, el 13 repitieron con igual fuerza desde las tres y quarto de la mañana, siguiendo del mismo modo hasta el día 16 con muy cortos intervalos; y que aunque en todo ese tiempo no se había experimentado estrago alguno, temiéndolo por momentos, muchos de sus vecinos habían desamparado sus casas y salido en la Ciudad, sin embargo de los bandos promulgados para contener su fuga.

     Deseando satisfacer dichos Cavildo á la estrecha obligación en que se halla construido de precaver por todos los medios posibles el daño de aquel Público, y previniendo el que le amenazaba de alguna violenta irrupción, ocurrió ante todas cosas a implorar los divinos auxilios, disponiendo en la tarde del día 13 una devota Procesión, y que el siguiente se comenzase Novenario a María SSma. baxo la advocación de la misma Ciudad, su principal Patrona. Y para venir en conocimiento de la extensión a que llegan los movimientos subterráneos, dirigió las correspondientes cartas cordilleras a los Lugares comarcanaos; á las que contextando los de San Miguel el Grande, Querétaro, Celaya, Salamanca, Irapuato, los Dolores, San Felipe, villa de León y Silao, asientan uniformes no haber sentido movimiento alguno.

     Quedan tomadas las correspondientes providencias a fin de que no siga el desamparo de la ciudad y minas, y para que se regresen a ella los que intimidados del temido estrago, hubiesen verificado la fuga; y para que con este motivo no le tengan algunos malhechores para hacer robos y causar daños, se han puesto sobre las armas doscientos Soldados inclusos los de Guardia, para que rondando á todas horas la Ciudad, la pongan á cubierto de todo insulto.

      Las mismas noticias se han comunicado para los Oficiales Reales de aquellas Caxas de Gobierno, el que entendido de todos los acontecimientos referidos, los ha exhortado a que se conduzcan con la mayor actividad, zelo y constancia en custodiar los Reales Intereses, y en ocurrir á el auxilio de aquellos habitantes siempre que las circunstancias lo exijan".

Fuente:

Gaceta de México del 28 de enero de 1784.

martes, 18 de noviembre de 2014

Una visión de las Haciendas de Salamanca, y de todo el Estado de Guanajuato, en 1886.

    Don Porfirio Díaz, bien lo sabemos, se mantuvo largos treinta años en el poder, los primeros cuatro (recordando que entonces no había sexenios sino cuatrienios), fueron e 1876 a 1880, no seguiría él al frente del Gobierno (aunque sí dando órdenes al Presidente oficial, Manuel González, de 1880 a 1884.) Para retomar el poder en 1884 y allí permanecer hasta el inicio de la Revolución y su consecuente renuncia en 1911. Podemos decir que el Porfirismo o Porfiriato, comienza, formalmente en 1884 con ideas muy firmes, una de ellas: modernizar a México. Muchos fueron los escritores, especialmente los norteamericanos, auspiciados por el gobierno de Díaz, para promover los rubros de inversión y desarrollo más importantes de México, especialmente la minería y la agricultura. Muchos fueron los directorios que se elaboraron para ser distribuidos no en México sino en Estados Unidos y Europa con el fin de dar la mayor información de México y fomentar la inversión extranjera. 

   Uno de esos directorios fue el de Las Haciendas de México, publicado por John C. Cochran en Nueva York, en el año de 1886, luego de una exhaustiva investigación sobre las haciendas y ranchos de México, esto con el fin de que los productores de modernas maquinarias agrícolas tuvieran los datos de los principales hacendados y promocionar directamente sus productos, de ese modo se fomentaría la modernización de la producción agrícola en México.

   Muchos fueron los hacendados que proporcionaron la información, la cual no incluía ni valor de la propiedad, ni extensión, ya que esto no era un censo oficial, sino solamente anotaban el nombre del propietario, el de la propiedad y su ubicación. De este modo contamos con un interesante registro de propiedades y propietarios al inicio del periodo que conocemos como Porfiriato, si este listado se publicó en 1886, quiere decir que, al menos, en 1884 se comenzó a recabar la información, cuando don Porfirio se sentaba en la silla para no volverla a dejar.

   Lo que más nos interesa analizar son las propiedades en el Estado de Guanajuato, específicamente en el Municipio de Salamanca, las cuáles aparecen en número de trece, esto quiere decir que ni son todas las que están, ni están todas las que son, pues el número de Haciendas que hubo en Salamanca, osciló entre las 20 y 25 desde la fundación de la Villa. Quiero pensar que solo estos trece hacendados salmantinos fueron quienes atendieron a la solicitud de la oficina del Sr. Cochran en Nueva York, lo cual no deja de ser un instrumento de lo más interesante para saber quienes eran los hacendados de aquella época.

   El listado va en orden alfabético en función al nombre de la Hacienda, seguido del nombre del propietario y la ubicación, no de la hacienda, sino del propietario para hacerle llegar la publicidad de los productos agrícolas, razón por la cual la tercera columna se anota como "Post Office". Las Haciendas de Salamanca que allí encontramos son las de:

La Cal, de la Testamentaria de Antonio Tavera,
Mancera, de Trinidad Montes,
El Molinito, del Licenciado Jesús Puente,
Santo Domingo, de la Testamentaria de Vicente Serrano,
San Antonio, de Juan García
San Rafael, de Domingo García,
Sardinas de Aurelio A. Ojeda,
La Tinaja, de la Testamentaria de Vicente Tavera y
Uruétaro, de Margarita Santana.

   Será interesante anotar que esa hacienda de San Antonio, era la que se localizaba luego de la que fuera la Hacienda de los Padres Agustinos de San Nicolás del Molino, la cual fue propiedad de uno de los españoles asentados en la Villa de Salamanca en la época de la guerra de Independencia, era por decirlo así, el "veedor" de Agustín de Iturbide, pues siempre tuvo el cargo de Regidor o de Alcalde, fue uno de los tantos españoles expulsados luego de que España intentó reconquistar a México y que Santa Anna se convirtiera en el héroe que dio por terminada la Consumación de la Independencia en Tampico, de allí que obtuviera el título de Benemérito de la Patria. Vemos, por última ocasión en la Historia de Salamanca, que aparece un Santana en la lista de propietarios de haciendas, seguramente es la nieta del capitán Juan Antonio Santana que, para mediados del siglo XVIII adquirió todas las haciendas que le fue posible en Salamanca, pues su fortuna ascendía a más de 400,000 pesos, pesos de oro, que para entonces se le catalogaba como uno de los más ricos, quizá el tercer más rico de la Intendencia de Guanaxuato. La Hacienda de San Rafael, que era también en Uruétaro, propiedad de Rafael García, él era dueño, además de algunas de las canoas que cruzaban el río Lerma. Hay más propiedades en Salamanca que aparecen en el listado, pero sus dueños no viviendo aquí, sino en otros sitios, como lo eran:

   Temascatío, de la Testamentaria de Manuel Morales, quizá este era el hijo del Licenciado Juan Bautista Morales, mejor conocido por El Gallo Pitagórico, ex Gobernador del Estado de Guanajuato que mediando el siglo XIX aparece como propietario no solo de Temascatío, sino también de Mendoza. Él, Manuel Morales, estaba avecindado en Valle de Santiago.

   Molino de Saravia y San Bernardo, sitios que eran vecinos, propiedad de Hilario Torres Aranda, avecindado en Celaya. Aparece también la Hacienda de Cerrogordo, propiedad de Juan Argomedo, avecindado también en Celaya. Me sorprende que no aparezcan los nombre de dos grandes hacendados que había en Salamanca, don Jesús Covarrubias y don Apolonio Garcidueñas.














Fuente:

Cochran, John C. The Haciendas of Mexico. Root & Thinker. New York, 1886

lunes, 17 de noviembre de 2014

Algunos datos curiosos e interesantes de Salamanca en 1824.

   Para todos aquellos que están interesados en la Historia de Salamanca, en su rescate y difusión les tengo muy buenas noticias pues encontré varios patrones levantados al comenzar el siglo XIX, uno del año de 1808, otro de 1809, uno más de 1821 y otro de 1824. Algunos están completos, otros son solamente partes, como quiera, una vez que los haya revisado en su totalidad tendremos mayores datos sobre nuestra población justo entre el inicio y el final de la Guerra de Independencia. Esto que ahora te comparto corresponde a los datos de 1824. El contar el número de personas registradas, sobre todo el entender la manera en que se hizo el registro me llevará varios meses, lo que ahora veremos son ciertas curiosidades solamente.

   Aquí, en lo que era la una calle del lado poniente que hacía esquina con la Calle de las Carretas, actual Aldama, aparece el registro de una familia marcada con el número 18, en donde vivía Deciderio Moreno, hombre casado; vivía también Miguel Balencia, escrito con B, casado; Salomé Tapia, casada; Pedro Balencia, casado; Francisco Ochoa, Patricio Valencia, casado; Guadalupe Xaymes, casada; Dolores y Tecla Balencia, ambas marcadas con una D, lo cual quiere decir que eran solteras y la D corresponde a la palabra Doncella. Indudablemente que se trata de la familia Valencia que poseyera luego los telares más grande de la población.

 Aparece en el mencionado Padrón, es decir en ese Censo de 1824, apellido sumamente curiosos, como es el caso que ahora vemos, el de Nicolás Serro Gordo. Hay otra familia de particular apellido, llevaban el de Nopalero.

Siguiendo con las genealogías, encontramos a varios miembros de los Butanda, en este caso José Butanda, cuyo segundo apellido o apelativo no lo puedo entender, y, al parecer, Tiburcia Butanda, que es doncella, es su hija. Sobre el origen de los Butanda, recordarás, ya habíamos publicado toda una investigación al respecto.

Y tratándose de curiosidades, creo que este caso merece una mención especial, se trata de Lorenza y Gregorio que por apellido llevaban el de Garambullo.

   Habrá que recordar de que el hecho de anotar a una persona en algún documento oficial, como es el caso que hoy nos ocupa, con el título de "Don", esto quería decir mucho, sea por su alcurnia o por su capital, en este caso aparece como "Casa de Tavera" la de Don Nicolás Tavera, al parecer casado con Doña Rafaela Villafaña, por cierto, en lo poco que he podido estudiar el padrón de 1809 el apellido Villafaña aparece continuamente, tanto en la población como, evidentemente, por el rumbo norte en la Joya de Villafaña. Los Tavera eran propietarios de haciendas hacia el sur de Salamanca, una de ellas la de La Batea.

   Otro personaje importante que vivía en la villa de Salamanca era Don Alonso Pérez de Marañón, de encumbrada familia de la capital de Guanajuato y propietario del rancho que aun sigue llevando su nombre, al rumbo nor-poniente de Salamanca.

   Barroso es otro de los apellidos que continuamente aparecen en ese padrón. Incuso había una calle y un callejón que llevaba por nombre el de Barroso. En este caso vemos que se registra un Mezón, escrito con z, como era el costumbre en esa época, propiedad de esa familia.

   Y claro es que uno de mis intereses está en identificar a mis antepasados y estos son algunos de los muchos Arredondo que aparecen tanto en la población como por el rumbo de La Labor de Baltierra, que se conocía también por Labor el Grande.

   Seguro estoy que una vez que termine de estudiar todos estos registros, cosa que me llevará tres o cuatro meses, tendremos abundante información sobre Salamanca durante el periodo de la Guerra y la Consumación de la Independencia.