lunes, 26 de agosto de 2013

Partidos, padrones y censos: Aproximándonos a la formación social en Salamanca, Guanajuato. Siglo XVII.

  Hay mucha gente que está interesada en saber cual ha sido el movimiento demográfico en su población de origen. Aquí he recibido algunos comentarios (pocos) que me indican ese interés, específicamente para Salamanca, Guanajuato. Para entender mejor los esas estadísticas que podemos obtener el siglo XVII es bueno poner mucha atención a lo que Carrillo Cázares nos dice en su Partidos y Padrones, de allí extraigo esto:

 "Según una costumbre introducida por los misioneros de la primera evangelización, en realidad el ministro de doctrina o el párroco, solían llevar estas listas de feligreses. Una era la que se formaba con "la cuenta" de los fieles que asistían cada domingo a misa y doctrina dominical, y otra la de los niños y niñas que diariamente iban a aprender la doctrina. Uno o varios "fiscales" o "petapes" estaban destinados en cada pueblo de indios a llevar dichas cuentas, tanto de la doctrina como de la misa. Estos eran los mismos que en la cuaresma llevaban la cuenta de los que se confesaban y comulgaban. De esta última cuenta se formaba una lista no solo para la parroquia, sino para enviar al  obispo para constancia tanto de la solicitud del párroco en el desempeño de su oficio, como de la obediencia de los fieles a los mandamientos de la Iglesia que decían:

- Los mandamientos de la Iglesia son cinco:
- El primero guardar las fiestas y oír misa los domingos y fiestas.
- El segundo confesar al menos una vez en el año por la cuaresma.
-Tercero, comulgar en pascua de resurrección (Maturino Gilbeert, Tesoro Spiritual, 1558b)

  Así pues, de estas listas parroquiales se formaba el padrón, cuyo original se quedaba en el archivo de la parroquia, y una copia se enviaba al obispado en constancia del cumplimiento. Las ordenanzas del Obispado de Michoacán lo tenían así expresamente mandado desde mediados del siglo XVII. (1)

   Hay algo extraño en la Parroquia de la villa de Salamanca. Esta se fundó junto con la villa, el 1 de enero de 1603. Pero no comenzó a construirse, formalmente, hasta 1630 según dicen algunos autores, pero, don Pedro González menciona otra fecha más tardía: el 14 de junio de 1651. Esto tiene más sentido pues el Archivo Parroquial inicia, con su libro de Bautismos, precisamente en ese año, pero es hasta el 17 de diciembre de ese año que aparece el primer dato, fecha en que es bautizado un expósito, mulato, que se criaba en la hacienda propiedad de don Juan Caballero llamada Carneros. En el libro parroquial, en su versión digitalizada por Family Search, dice que son hojas rotas las primeras. Quizá una de ellas se perdió, y fue precisamente la que abarca de la fecha de colocación de la primera piedra en junio, hasta la segunda mitad de diciembre, de ese 1651. A final de cuentas, y con documentos en la mano, podemos afirmar que, tanto el primer libro del Archivo Parroquial de Salamanca, como el inicio formal de ese templo tienen una fecha de partida: 1651. Corroborando personalmente en el Archivo del ahora llamado Santuario del Señor del Hospital, efectivamente, ese es el primer libro con el que se cuenta.

  Recuerdo que una vez encontré en un antiguo recetario de mi abuela paterna los recibos, por así decirlo, de confesión que los curas entregaban luego del rito de confesión, era la prueba de que lo habían hecho y por lo tanto podrían comulgar, esto aun a finales del siglo XIX, bien podemos imaginar lo que era el México Novohispano del siglo XVII:

 "...los padrones son los testimonios de cumplimiento pascual que cada parroquia y doctrina enviaba al Obispo diocesano.

 "El padrón era, en efecto, aquella relación individual de feligreses que habían cumplido en tal año con los mandamientos anuales de confesión y comunión. Normalmente comprendían la totalidad de los vecinos mayores de siete años. En caso de faltar algunos de confesarse, se daba razón de ellos, por lo cual quedaban de todos modos incluidos en el padrón. Puede, por tanto, tomarse este registro como un indicador casi completo de la población del partido, puesto que todos eran fieles cristianos. Aunque su objetivo principal es registrar la feligresía que cumple con el mandamiento pascual, de hecho presentan un censo de la población de un partido. Cada año los curas tenían que enviar al Obispo ese informe de los fieles que habían cumplido con los mandamientos de la Iglesia. Así lo disponían expresamente la ordenanza del obispado. En Michoacán el padrón quedó como obligación de los párrocos desde mediados del siglo XVII. (2)

  Encontramos un término desconocido, el de Petape. cuyas funciones básicas eran: 1.- guardar fiestas y oír misa los domingos, 2.- Confesar al menos una vez al año, 3.- Comulgar en pascua de resurrección. Seguramente por los rumbos de la villa de Salamanca existieron estos personajes.

 "Las leyes de indias dictadas por la corona reforzaron las repúblicas de indios al dotarlas de tierras, bosques, aguas y gobierno propio. Sus autoridades constaban de gobernador, alcalde, escribano y petapes (acarreadores de gente). había elección "el día 1º de noviembre en cada año", el número de miembros denota la importancia de los pueblos cabecera. el gobernador, alcaldes y demás imponían penas menores. En el ejercicio cotidiano hubo gobernadores, alcaldes y mandones que molestaban a los vecinos de pueblos sujetos "obligándolos a que llevasen cargas de tejamanil, puertas y ventanas, camas y mesas al pueblo cabecera y les obligaban a trabajar en las casas reales y en otros ministerios". (2)

  Los padrones tenía además una función económica, la de "cobrar" el diezmo que la Iglesia recaudaba, esta vez literalmente: con religiosidad, religiosamente. Los padrones eran clasificados, primeramente, por pueblos y barrios que conformaban una villa o ciudad. Se agrupaban por miembros de una familia o sirvientes que vivían en una sola casa, considerando que entonces una casa abarcaba, en ocasiones, la mitad de una manzana. Había, además, una clasificación que marcaba su categoría, es decir, una clasificación étnica que comenzaba con Españoles, seguía con las llamadas Castas, que no eran otra cosa más que las distintas razas que se dieron en el mestizaje de la Nueva España, la lista era un poco larga: Castizo, Mulato, Morisco, Chino, Saltapatrás y Lobo. Encontramos, al revisar el Archivo Parroquial del Señor del Hospital que las castas más frecuentes en la villa de Salamanca de 1651 a 1680 eran Castizos, Mulatos, Moriscos, Lobos e Indios, en el caso de Indios, rara vez se especificaba si era Tarasco, Mexicano u Otomí.

  Pero los Padrones no los debemos interpretar tal cual en el sentido numérico, dado que, estando hechos para el control del pago del Diezmo, estos incluían solamente a aquellos sujetos a tal concepto, que eran todos los que tenían más de 7 años. Para calcular el número de menores, se usa la tasa del 23% establecida por el historiador y demógrafo Claude Morin. "Se estima que el grupo de estos menores de 7 años constituyen un 23% del total de la población, mientras que las personas de confesión forman el restante 77% (Morin, 1979. p. 46). Para cálculos de población un vecino o casado representaba a 5 habitantes. Mientras que un tributario equivalía aproximadamente a 3 individuos (a 2.8 según factor utilizado por Cook & Borak Essays i... p.41-42) (4)

  Pero, dicen por ahí, no todo era miel sobre hojuelas en eso de las edades, pues, el concepto de niño, muchacho variaba mucho en siglos anteriores a lo que hoy día entendemos. El matrimonio era permitido a los 14 años en los hombres y a los 12 en las mujeres. Los niños podían confesarse, mejor dicho, tenían la obligación de hacerlo a partir de que cumplían los 7 años y la comunión les era permitida al llegar a los 12 o 14 años de edad. En resumen: "los menores de 7 años no se empadronaban porque no estaban todavía sujetos a los preceptos de la Santa Madre Iglesia", así lo explica Carrillo Cázares en su excepcional obra.


Fuente:

1.- Carrillo Cázares, Alberto. Partidos y Padrones del Obispado de Michoacán. 1680-1685. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996. p. 15

2.- Ibid. p. 14

3.- Serrano Ochoa, Álvaro. Breve historia de Michoacán. FCE. México, 2003. pp. 66

4.- Carrillo Cázares. Op. cit. p. 16.

3 comentarios:

  1. Sabes Benjamin, una cosa que me llama mucho la atencion son los registros de esclavos negros y mulatos, algo que casi nunca visualizamos, pues ellos tambien formaron el mestizaje del Bajio. En los primeros años de registros en la Villa de Salamanca hay muchos niños bautizados como ''hijos de padres desconocidos que se cria en casa de'', quisiera pensar que algunos de ellos era con el fin de librarlos de la esclavitud, pues al ser hijos de una esclava eran automaticamente esclavos aunque el padre fuera libre. A continuacion un ejemplo de lo que hacian las esclavas para liberar a sus hijos, copiado del libro de JoHn Tutino:
    El juicio en corte empezo en 1740, en los solitarios ranchos de San Luisito, cerca de Silao, al sur de Guanajuato, Antonio de la Cruz y su esposa, indios Otomies quienes criaron a un hijo adoptivo, el mulatillo Joseph Joaquin. Cuando el niño ya se aproximaba a la edad de trabajar, quizas 7 u 8 años, enfrento una investigacion judicial. Maria Vasquez, una mestiza del Rancho Los Garcias, reclamo que Joseph Joaquin le pertenecia: el habia nacido de su esclava, la mulata Teresa de Jesus. La corte le regreso el niño a Maria Vasquez, su presunta dueña. Antonio, su padre adoptivo trabajo para quedarse con en niño, ''por el amor de hijo que le tenia''. El ofrecio comprarlo en 200 pesos. Respaldado en corte por Francisco Antonio de Sandareta y Legaspi, ''el rico minero de Guanajuato'', Antonio de la Cruz logro quedarse con su hijo.

    Tres años despues, Maria Vasquez forzo un nuevo juicio, esta vez ante un juez de Leon. Antonio y Joseph Joaquin fueron encarcelados. El niño admitio ser hijo de de la esclava mulata Teresa de Jesus, y habia sido criado por Antonio y su esposa. Esta vez no hubo intervencion del poderoso minero. En vez de eso varios testigos declararon: Felipe de Campos, un mulato libre casado con una Española, un mulato esclavo, hermano de Teresa de Jesus, la madre biologica y Josefa Nuñez, una Española quien era dueña de una mujer esclava quien le habia dicho de las relaciones de mutua proteccion entre los indios de los ranchos de Rio Verde y San Luisito con los esclavos fugitivos, habia unas barrancas donde las esclavas huian para parir a sus hijos. Los recien-nacidos se quedaban en los ranchos, las esclavas los regalaban para que fueran libres. Antonio de la Cruz admitio que Joseph Joaquin era uno de ellos, entregado por su madre Teresa de Jesus a el y su esposa. Para la ley el caso era claro. Nacido de una mujer esclava, Joseph Joaquin le pertenecia a Maria Vasquez. Pero el Juez de Leon no estaba seguro y llamo a un juez de Queretaro para sentar el caso. El nuevo magistrado se enfoco en las condiciones del nacimiento y leyes de propiedad, las que requerian de un titulo y posesion afectiva. El concluyo que la demanda de propiedad de Maria Vasquez fue hecha muy tarde, '' Joseph Joquin fue declarado libre, el habia sido criado y educado como si fuese libre''

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    1. Efectivamente, el asunto está mucho más allá de todo lo que imaginamos al respecto. Esta población, Salamanca, lo que menos tiene es ser criolla como lo dijo Rojas Garcidueñas. Es impresionante todo lo que hay en el Libro No. 1 de bautismos. Hasta ahora he vaciado los datos de 1651 a 1683, pues de allí en adelante tenemos ya lo que rescató Carrillo Cázares. En el inicio de Salamanca hay como 15 personajes que son los que siempre aparecen, por principio quiero decir 1651 a 1670, son los mismos nombres, son padrinos de todos los que nace, hay muchos expósitos que los anotan como "Hijos de la Iglesia", una buena cantidad los dejan en la casa del Bachiller, es decir, del Cura de Salamanca, que era de las familias poderosas de la localidad, los dueños del norte del actual municipio, los Pérez Santoyo. El ejemplo que tu das es ya del siglo XVIII, en el XVII las cosas eran más leves, por así decirlo, solo que, en la ciudad de México, por ejemplo, allí las cosas eran peor, pues a los expósitos de plano los tiraban a la basura... así de cruel la cosa. Será bueno que veas (está en Wikipedia como anexo) el Testamento de Don Vasco de Quiroga, es terrible cuando lees las circunstancias de esos expósitos en 1560. Saludos

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