domingo, 20 de enero de 2013

Hacienda de Doña Rosa en el norte de Salamanca, Guanajuato.

 Decido irme caminando a encontrarme con la Hacienda de Doña Rosa, lugar que veo aparecer en varias estadísticas de población del siglo XIX, así como en los mapas de ese siglo. El único antecedente escrito que tengo es el que apareció en La Gazeta de México, del Viernes 17 de Abril de 1795 (T. VIII: No.19; pp.162-163) valorada en $7,748 pesos; propiedad durante la segunda mitad del siglo XVIII del capitán Juan Antonio Santana, nacido en Lagos, avecindado, primero, en Guanajuato, lugar en donde obtuvo 4 de las 24 barras de la mina La Valenciana y de cuyos dividendos se hizo propietario de todas las tierras en rededor de la villa de Salamanca, lugar en el que vivió hasta su muerte en 1794.

 Así que salgo hacia el bulevar  Manuel Clouthier y enfilo al norte, cruzo el puente de la Autopista Celaya-Irapuato y camino por la carretera a la Ordeña algo así como 4 o 5 kilómetros hasta llegar al rancho de Oteros, allí doblo a la izquierda, para más seña es el camino de terracería que limita al rancho, por donde pasa el canal y en esa esquina está la imagen de la virgen de Guadalupe, la que siempre está presente en la mayoría de los ranchos del Bajío.

Camino un kilómetro paso frente al rancho de San Andrés, que fuera propiedad de don Florencio Orozco a mitad del siglo XX, veo que las tierras, en una sección están bien oreadas y listas para recibir las semillas, en otras, más al fondo están y reventando las semillas, creo es trigo, el verde se comienza a notar.

 Antes, hace tiempo, al menos un siglo, las propiedades se delimitaban con árboles y se marcaban los linderos con las mojoneras, ahora, luego de la construcción del Canal de Coria y todo el sistema de riego denominado del Alto Lerma, los caminos y las propiedades se van marcando a lo largo de los canales, son varias docenas de ellos, así que, si no conoces bien los rumbos, hay que ir preguntando si va uno por el camino correcto, eso es lo que hago y me dicen: allá donde se ven aquellos árboles es donde está la hacienda de Doña Rosa y un poco más allá, donde se ve el tinaco es el rancho que se llama igual. 

Voy por el camino correcto, en el límite del rancho San Andrés doblo a la derecha, son dos caminos, uno a cada lado del canal, el primero es el que me lleva al sitio que busco, sigo caminando, quizá un kilómetro más y aparecen ya los vestigios de la que fuera la importante Hacienda de Doña Rosa, en el mero centro de la que fuera La Charca de Salamanca, esa hondonada que durante la época de lluvias inundaba la zona y volvía aquello una enorme ciénaga. Veo claramente lo que fue la troje de la hacienda.

Al rodear los límites de la ahora Ex Hacienda de Doña Rosa, encuentro un curioso letrero, es el que aparece en la primera fotografía dice "Ex hacienda El Ombligo", si consideramos que antes los nombres de los lugares se daban por la obviedad de lo que allí se encontraba, un fresno, arriba o abajo de algo, etc. bien podemos pensar que si le comenzaron a llamar el Ombligo, era debido a que se encontraba al centro de algo, ¿al centro de qué? pues al centro de la Charca de Salamanca. Esto es una mera conjetura y no tengo aun el documento o testimonio que así me lo compruebe, pero lo que sí tengo es el mapa en donde se marca la dimensión de La Charca de Salamanca: aquí.

 Lo primero que veo al doblar el camino para pasar frente a la hacienda es esta pared de piedra, formando un ángulo, se ve que fue derruida una parte tanto de uno como del otro lado, sigo caminando...

 Que gran sorpresa me llevo, es una caja de agua o represa como ahora se les llama, su diseño es interesante, por su ubicación, bien estratégica, me puedo imaginar que aprovechando la pendiente natural, que va descendiendo hacia el río Lerma, en ella se aprovechaban las aguas cuando la Charca de Salamanca comenzó a desaparecer... me comenta que fue construida por los años de 1920.

Será bueno que la Comisión Nacional del Agua, en su  Archivo Histórico incluya esta obra, lo que he visto en sus archivos nos habla del Canal de Coria y de las inundaciones en Salamanca, pero no de esta interesante obra.

 Hasta aquí llega el límite Norte de esa Caja de Agua o Represa, será bueno averiguar que tan grande fue originalmente..

 Y este fue el límite oriente, al verlo con atención, notamos que la pared corría aquí rumbo norte. Conclusión: la Caja de Agua de Doña Rosa era de 50 x 50 metros. (Mera propuesta que pongo en la mesa.)

 Y... claro es, el Culiacán siempre dominando el horizonte desde esta parte del Bajío. El caserío que ves corresponde al rancho de Oteros y ese edifico que asoma un poco a la izquierda se trata de la empresa especializada en grúas industriales Trekant.

 Del lado izquierdo vemos el muro sur de la represa o caja de agua, entre los árboles todo lo que fuera la casa grande de la Hacienda de Doña Rosa.
 
 Y justo aquí, en lo que fuera la Charca de Salamanca, ahora los canales van vacíos...

 Para allá, quiero decir al frente de la foto, está Guanajuato...

Y el magnífico cono perfecto del cerro del Culiacán siempre, siempre estará dominando el horizonte del Bajío, desde esta parte de Salamanca y de muchas más poblaciones...

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