sábado, 12 de enero de 2013

1890: El Ferrocarril Central Mexicano en su paso por Salamanca.

 De la fascinación que tengo por el ferrocarril, su ritmo acompasado, sus silbatos que rompen la noche al anunciarse desde cinco kilómetros antes, de aquellos años pasados en los que la diversión luego de hacer la tarea era ir a la estación a esperar el paso del tren y ponerle en la vía unos veintes para que quedaran aplastados luego del paso de varias toneladas por encima de ellos, de aquellos viajes, ya míticos, luego de la media noche, que era cuando pasaba el Pullman a México, de los "pitos de San Juan"... son muchos, muchos los recuerdos que te he ido comentando no aquí, sino en el blog de Vámonos al Bable.

 Esta vez vamos a ver algo que me parece sumamente interesante para quienes tenemos un cierto embeleso con el Ferrocarril que pasó por Salamanca hace más de un siglo, cuando era una de las vías de comunicación más modernas de la República Mexicana. Era el tiempo del Porfiriato, en Salamanca se había ya construido, en 1882, el tren que conocimos como "La Burra" que era el que iba de Salamanca a Valle de Santiago y Jaral del Progreso, diez años después, en 1892, aparece a la venta el libro "De México a Chicago y Nueva York" que no era otra cosa que una guía muy precisa de todo lo necesario para conocer e ir bien preparado a lo que era una monumental aventura: recorrer México desde la capital hasta Chicago y Nueva York pasando por el punto más importante de la frontera con los Estados Unidos: Ciudad Juárez.

 El libro, por cierto, publicado en Nueva York, en su primera edición de 1890 fue un éxito rotundo, para 1892 se hace una edición corregida y aumentada y, por encargo del Señor Presidente de la República hay un sobretiro de 5,000 ejemplares que fueron obsequiados a los visitantes del Pabellón Mexicano en la Exposición Universal de Chicago en 1893. Y es en esta Expo que el tren que corría entre Salamanca y Valle envía planos, mapas y algunos artefactos para mostrar la avanzada tecnología de La Burra de Valle.

Como toda publicación, que se respete, de la última década del siglo XIX y la primera del XX, ésta incluye la dedicatoria al Señor Presidente así como su fotografía o, en este caso, una litografía en donde él aparece. Aquí fue utilizada una de los años mozos de don Porfirio, quizá cuando contaba con 45 años.

 El libro se convierte en una fuente de información completa de todo lo relacionado al paso del Ferrocarril Central Mexicano y sus ramales. En este acercamiento vemos la parte central del país, notamos claramente los puntos de entronque que eran en Irapuato para el ramal a Guadalajara y San Blas. Silao para Guanajuato y Aguascalientes para el San Luis Potosí y Tampico. Aquí no aparece aun la otra vía, esa que salia de Acámbaro a Laredo, entroncando en Celaya para continuar a Empalme, San Miguel de Allende y de allí al Norte.

 Así como ocurrió durante más de tres siglos en el Camino Real de Tierra Adentro que estaba marcado por jornadas, es decir, por trayectos diurnos que abarcaban dos puntos principales, convirtiéndolos en escalas forzosas en donde comer y dormir, en el Ferrocarril Central Mexicano se fueron estableciendo paradas estratégicas para tomar el alimento correspondiente a la hora adecuada. Así tenemos que la corrida entre México y Ciudad Juárez, que era el Expreso 51, salía de la ciudad de México a las 8:15 de la noche, llegando a las 2:45 de la madrugada a San Juan del Río, allí se daban tan solo 15 minutos para refaccionarse luego de 6 horas y media de camino. A las 3 de la mañana continuaba el viaje.

A las 6:21 de la mañana llegaba a Salamanca, luego de viajar durante 10 horas y 6 minutos. Habrá que considerar que si algo no funcionaba en el Central Mexicano era una cosa: la puntualidad. Esos eran los itinerarios marcados con tiempos muy precisos pero, habrá que tener en cuenta las condiciones del viaje, las lluvias, el cruce de ganado y, de cristianos, y todos los inconvenientes propios de un recorrido de tal magnitud en los que, estando en el 1890, las comunicaciones se limitaban, en el mejor de los casos, a los telégrafos. La parada larga para comer sería en Silao a donde se llegaba a las 7:45, deteniéndose por media hora. A las 8:15 continuaba el recorrido 

 Aguascalientes era una escala importante, allí llegaba a la 1:15 para comer, se detenía por 45 minutos y salía a las 2 de la tarde; a Zacatecas llegaba a las 5:45pm pero no era escala importante, ya que se establecía la parada para la cena hasta el poblado de La Calera, a donde se llegaba, de acuerdo al itinerario a las 6:45, media hora se quedaba allí, continuaba en la espesura de la noche por el norte de Zacatecas, la parada para la refacción (entiéndase desayuno) era en Jimulco a donde se llegaba a las 5:15 de la mañana. A este punto se llevaban recorridos 1065 kilómetros y el viaje se había prolongado por 33 horas sin contar las demoras, retrasos y accidentes del camino.

Las 5:30 de la mañana marcaba la hora de partida de Jimulco, a las 7:00 se llegaba a Torreón para hacer lo que en la época se estilaba: Almorzar. Las 7:30 se marcaba como la salida de Torreón, a la 1 de la tarde era la llegada a Jiménez, en el estado de Chihuahua, allí se comía y la salida era a la 1:30, a las 6:45 era la hora de llegada a la capital del estado de Chihuahua, hora de cenar pero solo se daban 15 minutos, a las 7 de la noche se salía rumbo a su destino final: Ciudad Juárez, a donde se llegaba a las 7:00 de la mañana. 1,970 kilómetros recorridos, luego de 60 largas y extenuantes horas de viaje, es decir, dos días y medio.

Todo tipo de información se encuentra en ese libro-guía, algo muy preciso, amén de interesante, es este corte longitudinal del trazo de la línea México-Paso del Norte del Ferrocarril Central Mexicano, dando las altitudes sobre el nivel del mar que había en los puntos más importantes del recorrido. Las altitudes aparecen en la columna del lado derecho, en la parte baja marca los kilómetros que hay, a partir de la ciudad de México rumbo Norte.

Y como lo que nos interesa en este blog es lo de Salamanca y el Bajío, hago un acercamiento a esta región. Recuerdo que una persona, en una ocasión me preguntó que ¿por qué se llama Bajío? creo que al ver esto tenemos bien clara la idea y es la respuesta ideal. El bajío se manifiesta claramente a partir de San Juan del Río, donde desciende a los 2,240 metros en México; a los 1,917; 1,820 en Querétaro; 1,760 en Celaya; 1,720 metros en Salamanca; 1,730 en Irapuato; 1,780 en Silao; 1790 en León y los 1,900 de Lagos nos dice que ya salimos de ese vaso que, dice, fue una laguna hace 50 millones de años. En concreto: Salamanca es el punto más bajo del Bajío.

 Informes útiles para el viajero.-

   Se permiten 150 libras (68 kilogramos) de equipaje libres de costo con cada boleto ó pasaje entero directo de cualquier punto de México á cualquier punto de los Estados Unidos. En esta clase de viajes no se cobra por los niños menores de 5 años; por los que tienen de 5 a 12 años se cobra 1/2 pasaje y pasaje entero por los mayores de esa edad. 
   Solo los pasajeros que posean boletos de primera clase tendrán derecho á viajar y procurarse camas en los Coches-Pullman, mediante el pago correspondiente. Los precios que se cobran en los Coches-Pullman de la ciudad de México a El Paso, en moneda mexicana, son: Cama doble, $9.00: Sección, $18.00; Gabinete, $35.00
   A los pasajeros destinados á puntos de los Estados Unidos les revisan los equipajes los agentes aduanales del citado país al detenerse el tren en la estación de El Paso, Texas, y a Juárez, México. Unos y otros cumplen cortesmente con este indispensable requisito. Los pasajeros deben tener listas las llaves de sus baúles y petaquillas para evitar demoras.
   Como suelen cambiarse las horas de partida y llegada de los trenes, buen es enterarse con el Conductor, en el hotel ó en la estación.

El Ferrocarril Central Mexicano tenía varios servicios más. Uno de ellos en la ruta México-León-México que pasaba también por Salamanca, era el Tren No. 53 que salía de México a las 7:30 de la mañana, llegando a Salamanca a las 4: 54 pm y a León a las 7:30 de la tarde. Un recorrido total de 12 horas. El tramo de regreso de León-Salamanca-México era en el Tren No.54, saliendo de León a las 6:30 de la mañana, a Salamanca a las 9:00, llegando a México a las 6:30 de la tarde.

 Veo aquí cosas interesantes que nos dejan una gran inquietud por investigar. Cuando vemos los viejos itinerarios de trenes pensamos solo en las poblaciones grandes: Celaya-Salamanca-Irapuato, por decir solo una pequeña ruta, pero nos estamos olvidando que entonces, en la época porfiriana, la población del Bajío y de México en general era eminentemente rural, por lo tanto el ferrocarril estableció paradas oficiales en los ranchos o haciendas que servían como punto de concentración de esas zonas rurales. Es así como tenemos a la Trinidad, entre León y Silao. Villalobos entre Silao e Irapuato. Chico, entre Irapuato y Salamanca. Sarabia, entre Salamanca y Villagrán (anotado aquí como Guaje). Empalme de Celaya, entre Celaya y Apaseo. Mariscala, entre Apaseo y Querétaro. Agregaremos aquí la de Los Lobos, entre Salamanca y Valle de Santiago.

Estaban luego los ramales. El que había en Salamanca no pertenecía aun al Ferrocarril Central Mexicano, razón por la cual no aparece en el itinerario, ese era el Ferrocarril de don Manuel González, el ex presidente de México que, dentro de sus propiedades se incluía el servicio de transportación entre Salamanca, Valle de Santiago y Jaral del Progreso. Los ramales que sí aparecen en el itinerario y que, evidentemente, no pasaban por Salamanca, eran los de Silao-Guanajuato- Silao que, en realidad no era el tren llegando hasta Guanajuato, la estación era en Marfil, y de allí el servicio continuaba en tranvía tirado por mulas. El ramal importante era el que iniciaba en Irapuato hasta Guadalajara y regreso.

Por si te estas preguntando los precios, aquí está la tabla. No apare detallado el de Salamanca, pero, usando el justo medio de los establecidos a Celaya e Irapuato, podemos deducir que a la villa de Salamanca  a México, que son justos 333 kilómetros, el precio era, en 1ª Clase: $9.50; 2ª Clase: $6.50; 3ª Clase $5.15. En coche dormitorio, Cama doble: $2.00 extras. En Sección $4.00 extras.

Imagina, a este punto que, luego de los 3 días de recorrido de México a Paso del Norte, había algunos viajeros que tomaban el tren hasta Chicago, otros aun más allá, hasta Nueva York, la travesía se llevaba 15 largos días.... A continuación un extracto de la guía publicada al momento que el tren sale de Querétaro hasta llegar a Irapuato y todo lo que por ahí se iba viendo.

 "Dijimos que el tren legaba a la estación de Querétaro a las 4:24 de la mañana, permanece allí cuatro o cinco minutos, continua luego su carrera y atravesando el valle del Bajío, arriba después de media hora a una pequeña estación llamada Mariscala, que es la primera que se toca en el estado de Guanajuato. Apaseo es la siguiente estación, la cual debe su nombre al pueblecito de Apaseo que queda inmediato. Es esta una de las más antiguas poblaciones de aquel estado y cuenta con unos tres o cuatro mil habitantes.

A las 5:24 am se detiene el tren en Celaya, distante 291 kilómetros de la ciudad de México y a 1,754 metros sobre el nivel del mar. Al detenerse el tren en la estación lo asalta una multitud de vendedores de las justamente afamadas cajetas de leche de Celaya y durante los cortos momentos que allí permanece se afanan todos, encareciendo a veces su mercancía, el sacar del viajero el mayor provecho posible. Desgraciadamente no todas las cajetas que venden estos pobres comerciantes de sarape son los que han dado a esta sabrosa producción de Celaya del buen nombre de que disfruta. Los principales hoteles son los siguientes:

Hotel Solís.- Hospedaje completo $1.50 al día, cuartos de 50 a 75 cvos. situado en la Calle Hidalgo No.69. Hotel de Guadalupe.- Cuartos de 50 a 75 cvos. al día. Hay restaurante en el hotel. Situado en la Plaza de Armas.
Hotel Cortazar.- Cuartos de 50 a 75 cvos. al día; comidas extra. Calle 1ª de la Cruz.

Administación de Correos en la Calle del Coliseo, número 56, cerca de la esquina de la Calle de la Requena

Baños de Las Delicias. Los mejores que hay en la ciudad. 1ª Calle de la Cruz, cerca de la Plaza de Armas, precio 25 cvos. Los coches de sitio cobran a razón de 50 cvos. por hora y 25 cvos. por un viaje que dure menos de media hora.

Hay una línea de Tranvías que hace viajes entre la estación y la Plaza de Armas.

 Salamanca.- Estación que queda a 40 kilómetros más al Norte; a las 6:24 a.m. el río Lerma pasa muy inmediato a esta ciudad, cuya población se estima en 12,000 almas. Su clima es benigno y sus habitantes se ocupan en la agricultura, el comercio, la fabricación de tejidos de lana, sombreros y rebozos, y el curtimiento de gamuzas con las que hacen guantes y vestidos. El viajero que desee llevarse de aquí algún recuerdo podrá comprarse un buen par de guantes, por módico precio pues los vendedores ambulantes del lugar tendrían buen cuidado en ofrecerle la oportunidad a la llegada del tren

Hay varios templos en Salamanca, siendo el principal de ellos el de San Agustín, que tiene magníficos altares y algunas pinturas por Cabrera. La Penitenciaría del Estado se halla aquí y es una de las mejor acondicionadas y mejor conducidas del país.

Irapuato es la siguiente estación de alguna importancia. Está situada a 352 kilómetros de México y el tren llega allí a las 7:00 de la mañana. Esta ciudad tiene poco más o menos el mismo número de habitantes que Salamanca y está rodeada también de grandes y numerosas haciendas que producen maíz, trigo y ganado

 Hay un tranvía desde la estación hasta la Plaza Mayor, le cual pasa por frente a los Hoteles Vargas y de Guerrero, que son los mejorcitos del lugar. Ambos hoteles cobran a razón de $1.50 al día. En esta Estación es donde cambian de tren los pasajeros que van para Guadalajara. De Irapuato a Guadalajara hay 259 kilómetros o sea 161 millas inglesas, y el tren parte para dicha ciudad a las 8:45 de la mañana, una hora y 45 minutos después de haber arribado el tren de México.

Esta pequeña detención en la partida del tren de Guadalajara es benéfica al público; pues tiene por causa esperar el arribo del tren local de León, que conduce pasajeros de esta importante ciudad así como de Guanajuato, Silao y demás estaciones intermedias, llegando a Irapuato a las 8:30 de la mañana.

Si los vendedores ambulantes ofrecen al viajero en Celaya las renombradas cajetas de leche, y en Salamanca guantes de gamuza y limas, en Irpuato se apresuran igualmente a ofrecerle dulcísimas y hermosas fresas, esto en cualquiera de las estaciones del año- colocadas con gusto en curiosos cestitos hechos expresamente para el efecto. El precio de cada uno de éstos es generalmente de 2 a 4 reales, según su tamaño.

En todas las más estaciones de la parte sur de México puede también conseguir el viajero un vaso de leche, una taza de café, un pocillo de chocolate, frutas o dulces, chalupitas o taquitos, enchiladas, tamales, etc. etc. todo sin moverse de su asiento y con sólo asomarse por cualquiera de las ventanillas del tren pues los vendedores ambulantes están allí, siempre listos para satisfacer cualqueira de sus deseos.

Pero para todos estos gastitos bueno es siempre que el viajero esté provisto de pequeño cambio, pues aquellos pobres comerciantes en pequeña escala están generalmente desprovistos y mientras buscan cambio puede el tren seguir su camino sin ocuparse de otra cosa más que de llegar al propio tiempo a la estación siguiente  Esta observación aprovechará sin duda algunos. El tren sale a las 8:45 a.m. de Irapuato. (1)

Es hora de bajarnos de este tren de la nostalgia... antes una cosa, esta que ves aquí es la tabla de precios de los pasajes de la ciudad de México a los Estados Unidos. Chicago, Cincinati, Denver, Kansas City, Nueva Orleans, St. Louis, Washington, San Francisco, San José, Los Ángeles y San Diego, los precios que aparecen son en dólares, por ejemplo $ 80.00 a Chicago por ida y vuelta, más $20 dólares por la cama doble.

Nota: Este artículo me llevó muchas semanas armar toda la información y varios años de documentar fotográficamente los artículos que doy en los enlaces. Ahora que lo escribo me llevó mucho más tiempo redactarlo y volver a verificar datos, horas, precios, rutas. Lo he disfrutado mucho, supongo que tú que esto lees, interesado en los mismos temas que me llegan a quitar el sueño lo has disfrutado al igual.... solo te digo una cosa: NO SE VALE... ve esto:


Epílogo:

Para 1892 los trenes que pasaban por Salamanca eran:

06:24 el México-Paso del Norte
09:01 el León- México
16:54 el México-León
20:31 el Paso del Norte- México.
Habrá que averiguar la hora en que salía y llegaba la Burra del Valle.

Nota aclaratoria: Los datos que nos ofrece José Rojas Garcidueñas en su Salamanca, recuerdos de mi tierra guanajuatense no coinciden debido a que los presentados en ese libro son los del Ferrocarril de Guanajuato, antes de que fuera comprado por el Ferrocarril Central Mexicano, y que estuvieron vigentes de 1882 a 1890, año de integración al FCM. 

Fuente:

1.- De Cardona, S. Adalberto. De México a Chicago y Nueva York. Imprenta de Moss Engraving Co. New York, 1892.

5 comentarios:

  1. Wooow! Que de recuerdos me trajo este articulo, todavía yo alcance a viajar en tren(finales de los 80, principios de los 90), desde Celaya, hasta Lagos, por mero gusto, de niños nos encantaba viajar en el, aunque el recorrido fuera de hasta 4 horas por la gran cantidad de paradas en pueblos y ranchos que hacía, y la obligatoria y mas larga en Irapuato. Camino lleno de paisajes hermosos, personajes entrañables y tanta comida, antojos y dulcería que nos acompañaba en el viaje...además de económico. Era nuestra manera de empezar nuestras vacaciones o algún fin de semana. Fue realmente triste cuando dejó de funcionar...

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  2. Es increíble la cantidad de temas interesantes que siempre tienes para compartir y un privilegio poder leer y aprender tanto de tus investigaciones. Son una joya!!

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  3. Gracias por darnos a conocer y colocar esta serie de imágenes tan valiosas

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  4. lo felicito, mi es de gran ayuda el saber mas sobre el tema del central mexicano debido a que doy platicas del paso del ferrocarril por nuestra ciudad gomez palacio dgo. saludos

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  5. Extraordinaria narrativa ilustrada me haces recordar mi niñes en la colonia el carro verde de León Gto, aprox a 15 cuadras largas de 200 metros cada de la estación del tren una bella estación con su enorme tanque de sgua sus carros de mano para el equipaje o carga del exprés, Y sus andenes al aire libre y que decir de la sala de espera y taquilla, que hermoso recuerdo y como bien lo dijiste al iniciar el texto, el inmenso silbato que rompía el silencio de la noche y el inconfundible rodar de las pesadas ruedas del tren que se escuchaban a lo lejos haciendo cada vez más ruido conforme se acercaba a la estación y allá en una casa de la colonia una madre lloraba con el Rosario en sus manos, recordando al hijo que una noche ella misma llevo a la estación y después se perdió en la gran ciudad de México

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