martes, 28 de febrero de 2012

Pedro González, el ilustre salmantino. A cien años de su fallecimiento.

Este año de 2012 estamos recordando el Salamanca el centenario del fallecimiento de una persona nacida aquí y que, dada su experiencia en distintos campos, especialmente en la Historia, fue designado como uno de los dos delegados por el Estado de Guanajuato para participar en el XI Congreso de Americanistas que se celebró en la ciudad de México en su versión extraordinaria, del 15 al 20 de octubre de 1895. Lo que vemos en la fotografía es la portada de lo que fue su ponencia presentada en el Congreso y en la que su objetivo era destacar la importancia que el estado de Guanajuato tenía dentro de su riqueza histórica y geográfica.

El texto fue leído por él en la cuarta sesión del Congreso que tuvo lugar el Jueves 17 de octubre de 1895. Seguramente a los asistentes se les entregó una copia, dado que dentro del documento se incluyen varias fotografías que muestran los sitios que don Pedro González pensó serían los más interesantes para difundir entre el selecto grupo de participantes del evento. La impresión se hizo, como lo apreciamos en la fotografía, en la Imprenta del Estado, a cargo del señor Justo Palencia. Dicha imprenta se ubicaba en la segunda Calle de Alonso, letra J y fue impreso en 1895.


Fueron 35 fotografías las que se incluyeron a lo largo de las 20 páginas de que se compone la presentación de Pedro González. De ellas 4 corresponde a los puntos más sobresalientes de Salamanca en materia histórica, el resto son de distintos sitios que hay en el estado. Será bueno considerar que ese documento presentado mostraba un gran avance para la época dado que se elaboró en 1895, cuando la fotografía comenzaba a desarrollarse en nuestro país. Desconocemos quienes habrán sido los fotógrafos o el fotógrafo que colaboró con sus tomas en el documento. La que vemos ahora es la más nítida de todas las publicadas. Cabe decir que, al mencionar que es la más nítida quiero decir concretamente que es la más clara de todas las que aparecen en la copia a la que tuve acceso, que es una copia fotostática, por lo tanto, la calidad es ínfima. En la escena que ahora vemos, se notan apenas dos personas en la entrada de una cueva, la cual se anota como "Caverna de Adjuntas del Río en Dolores Hidalgo".



Vemos ahora la fotografía incluida en el documento que fue tomada en la "Gran cueva de Torres cerca de Salamanca, habitación prehistórica de otomíes". Aquí creo que don Pedro González tuvo una imprecisión, dado que no creo que este sitio haya sido habitado por Otomíes, dado que ellos llegaron a la región del Bajío donde Salamanca se ubica, junto a los españoles que venían haciendo conquistas y fundaciones desde la ciudad de México con rumbo norte. Fue en Xilotepec que decidieron continuar, tomando como avanzada el Señorío ya establecido y que abarcaba buena parte del Bajío. Consecuentemente, cuando don Pedro habla de cosa "prehistórica", término aceptado en el siglo XIX, más bien se refería a algún grupo nómada de la familia conocida como Chichimecas.


Otra de las fotografías que en la exposición de Pedro González ante el XI Congreso de Americanistas presentó es esta en donde aparecen las "ruinas de una población otomí llamada Los Edificios, cerca de Salamanca". Nuevamente vemos esos detalles no estudiados en ese tiempo y que generalizaban a los antiguos habitantes de la región del Bajío como Otomís, siendo que, en este caso específico de Los Edificios, se cree era, quizá, un asentamiento Tarasco y que era la avanzada más norteña que la frontera natural que el Imperio Tarasco tenía en el río Lerma.



Esta fotografía va incluida también en el documento, sin embargo la obtuve de otra fuente, razón por la cual es más nítida. Seguramente es una toma de por lo menos 1895 hecha en la técnica profesional de la época, en plata, de allí su buena definición. Es la portada de la Parroquia Antigua. Allí constatamos que, luego de 130 años, sigue luciendo igual. También podemos deducir el interés de Pedro González de mostrar los tesoros artísticos y culturales que Salamanca guardaba en esos tiempos finales del siglo XIX.


Otra fotografía que fue incluida es esta que no es nada clara en la copia que obtuve. Se trata del interior del templo de San Agustín en el cual notamos varias cosas. Una de ellas s la disposición del altar mayor que era la anterior a lo que actualmente conocemos. El piso aun no había sido cambiado a ese mosaico en blanco y negro, sino que está el piso de barro que ostentó durante muchos años. La parte central del altar mostraba aun el trabajo en madera donde la virgen de la Soledad estaba colocada.


Para darnos una mejor idea de cómo era ese altar, en esta fotografía que no es de 1895, sino posterior y que, evidentemente no estuvo incluida en la presentación de Pedro González y se ven claramente los detalles que no notamos en la toma anterior. Será bueno anotar que esta foto seguramente fue hecha en el mes de diciembre, no sé de que año, pero es diciembre debido a que notamos como se había levantado un altar temporal a la virgen de Guadalupe.


Lo presentado por don Pedro González Gasca, salmantino de nacimiento y Jefe Político (Presidente Municipal) durante tres periodos a finales del siglo XIX; fue, sin lugar a dudas, algo que mostró a Salamanca en el sitio que le corresponde y al nivel de los asistentes al XI Congreso de Americanistas en 1895.


Los quemadores de la Refinería de Salamanca

Todo aquel que pasa por Salamanca sabe que ya está aproximándose porque alcanza a ver en el horizonte los quemadores de la Refinería. De cierta manera se han vuelto emblemáticos para la población. Siempre pensamos si esta energía se podría utilizar para algo, al parecer no es posible, encendidos están desde hace 62 años y, seguramente seguirán así, encendidos por más tiempo.








Una visión diferente y espectacular de Salamanca

Venía de por el rumbo de Cerrogordo, eran al rededor de las 19 horas y en el horizonte de Salamanca destacaban, como siempre, los quemadores y varias torres de la Refinería y esto fue lo que capté. Aun con movimiento creo que estas imagenes guardan una especial belleza.






lunes, 27 de febrero de 2012

Imagenes varias de Salamanca al iniciar el 2012

La arcada en el claustro mayor del ex convento de San Agustín.

Un Plymounth que sobrevive aun.

Los estragos del invierno en la colonia Bellavista.

Otra vista de los arcos del ex convento agustino.

La contaminación en todas sus variantes está presente.

El cerro del Culiacán visto enntre los límites de Juventino Rosas y Salamanca.

Amanecer en el Jardín Principal.

El Culiacán y la Termoeléctrica.

La torre oriente de San Agustín.

Amenaza de lluvia en el bulevar Clothier.

El canal de Sardinas cuando recibió agua luego de 8 meses.

Lluvia pasajera por la calle Tenixtepec.

San Gonzalo luego de que derribaron su barda perimetral.

La colonia Aztlán.

Lo que quedaron de las palmeras de la Bellavista.

Esperando que acabe de pasar el tren de las 3.

sábado, 25 de febrero de 2012

El Puente Negro en Salamanca

El Puente Negro fue el que suplantó al que construyó el Ing. Ernest A. Barton y que se inauguró en 1889, llevó el nombre de Manuel González, que fue el dueño del ferrocarril que salía de Salamanca rumbo a Valle de Santiago y Jaral de Progreso, ese que conocíamos como La Burra. La razón por la cual el puente Manuel González fue sustituido se debió a que los avances en la tecnología de construcción del más avanzado sistema de comunicación que había a finales del siglo XIX, el ferrocarril, evolucionaba continuamente y fue implementado el uso del tren de trocha ancha, es decir, dejó de existir la vía angosta para dar paso a la vía ancha.

Cuándo sucedió esto? no lo sé, el dato no lo tengo en este momento conmigo, fue en la primera década del siglo XX, pero con precisión no sé cuando se construyó el Puente Negro, cuyo nombre, sencillamente viene del color con que fue pintado. En esta fotografía vemos dos cosas interesantes, una es la caseta que había del lado izquierdo, que desde el puente anterior ya estaba en uso pues el puente no era cualquier cosa, requería de alguien que vigilara el paso del tren por allí. Vemos la otra cosa en el túnel que hubo necesidad de construir para que la calle Revolución siguiera hacia Nativitas pues el terraplén que se hizo para el tendido de la vía cubrió poco más de dos metros la calle.

Vemos ahora como en tiempos pasados el Lerma pasaba con buena cantidad de agua, su nivel era alto regularmente... aunque...

Aunque no siempre era así, en esta foto notamos muy bajo el nivel del río, y también nos damos cuenta de que era aun máquina de vapor, de las pequeñas la que se usaba, esta lleva el número 214. En el letrero ya se nota las siglas N. DE M. (Nacionales de México), El Ferrocarril Central Mexicano ya había desaparecido.

Una toma más con el nivel del agua bajo, pero esta vez es la máquina 788 la que va pasando por el Puente Negro de Salamanca.

Para el 19 de septiembre de 1926 se registró una fuerte inundación en Salamanca, la anterior había sido en 1912, aquí podemos notar la cantidad de agua que el río llevaba, es menos de un metro lo que separa el nivel con la base del tenido del puente.

Esta otra fotografía es también de una inundación, pero en este caso es la registrada en 1958. Notamos que en la de 1926 el nivel era mucho mayor y que la contaminación provocada por la Refinería ya estaba en pleno.

Y para concluir vemos esta verdadera reliquia, es una fotografía que se exhibe en el Museo de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato y es una toma del puente sobre el río Lerma en Acámbaro, en donde notamos que el diseño es el mismo que el de Salamanca pero el ancho del río es practicamente el doble, una mera curiosidad.

viernes, 24 de febrero de 2012

La capilla de la cárcel en Salamanca, siglo XIX

La pregunta había sido una constante para quienes valoramos la riqueza histórica de Salamanca. Pensaba que esa bóveda que destaca y podemos ver, incluso desde el Jardín Principal -si somos buenos observadores- como es que aparece entre las pocas construcciones que sobreviven de principios del siglo XX en esa manzana. Pensé fuera la capilla de la familia Casillas que por una buena cantidad de años vivió allí pero, gracias a la investigación del historiador Espiridión Contreras, publicada en los cuadernos que trimestralmente edita la Casa de la Cultura de Salamanca, ahora sabemos que esa capilla data de mediados del siglo XIX y que se ubicaba dentro de la que fue la cárcel de la villa de Salamanca antes de ser trasladada al ex convento de San Agustín. Consecuentemente ubicamos que luego de la consumación de la Independencia y hasta la Reforma, la cárcel se localizaba en lo que hoy es la primera calle de Tomasa Estévez.

En esta fotografía tomada en los años veinte del siglo pasado desde la torre del Señor del Hospital, vemos asomándose por entre lo que ahora es una tienda de equipos de radio, la bóveda de la capilla, la cual estaba ya, desde entonces, abandonada.

En la investigación de Espiridión Contreras vemos que para mediados del siglo XIX había una enorme hacienda se localizaba en la zona nor-oriente de Salamanca, se llamaba Sardinas, la última propietaria de esa enorme propiedad fue Isidra Gallegos que muere para 1860. Ella era la mecenas, mejor dicho, la devota, que mandó instalar la capilla en la cárcel. Sabemos, por parte de José Rojas, que cuando Maximiliano estuvo en Salamanca fue a la cárcel cuando era ya la tipo Modelo, y obsequió 50 pesos para reparaciones. Esto ocurrió en agosto de 1864, para entonces la capilla estaba en desuso, para 1880 la hacienda de Sardinas, de donde salía el mantenimiento de la capilla, había sido comprada por Aurelio A. Ojeda.

En esta fotografía de 1901, se ve el Palacio Municipal en construcción y, al fondo, la cúpula de la abandonada capilla, aun no había sido construida la casa de la esquina en los predios que habían sido precisamente de la presidencia municipal y que fueron comprados por don Octaviano Arredondo y su esposa, Felipa Ojeda, para construir su casa. Quizá ella era pariente, tal vez la hija de Mariano o de Aurelio Ojeda, quienes aparecen como propietarios de Sardinas. Todo esto se relaciona debido a que el predio conocido como El Jericó, cuya cabeza era el rancho El Baúl, era propiedad de Octaviano Arrendondo y buena parte de él se asentaba en terrenos que habían sido de la Hacienda de Sardinas. Sin lugar a dudas estas relaciones de familias habrá que estudiarlas más a fondo.

miércoles, 22 de febrero de 2012

El Nacimiento: Tradición que perdura en Salamanca.

Una de las características que Salamanca conservaba los tres primeros cuartos del siglo XX eran los muchos Nacimientos (en algunos países les dicen Portales, en otros Belenes), que se colocaban en casi todas las casas, por no decir que en todas. Era algo característico de la Navidad. Esta tradición generaba un comercio muy específico para toda la parafernalia que para construir un Nacimiento al estilo de los de Salamanca; implicaba la llegada de marchantes de Michoacán, de la sierra de Guanajuato y de lugares un poco más lejanos como la Huasteca Potosina pues los Nacimientos requerían de plantas y objetos venidos de esas latitudes.

El olor que producían todas esas plantas serranas, especialmente la "flor de peña" impregnaban con su aroma las casas en donde eran colocados los Nacimientos y se "sentía ya la Navidad". Sucedió que, debido al desarrollo del trabajo de la cera en nuestra población con las afamadas velas que allí se producían, estos artesanos lograron, algunos de ellos, perfeccionar sus técnicas para producir imágenes de los personajes que la tradición han incluido en las varias escenas que en los Nacimientos se reproducían.

Moldes llegaron de Europa, seguramente de Italia, dados los rasgos que tenían, y aquel Nacimiento tradicional, todo colorido con figuras hechas en barro que si algo no guardaban era la proporción entre una y otra, es decir, de pronto veíamos gallos del mismo tamaño que una vaca, pero que mantenían esa agradable "inocencia"que la Navidad aun producía y estas imágenes, las de barro, fueron siendo desplazadas en algunas casas en donde había con que comprar las nuevas de cera, y las creaciones que se lograban eran majestuosas en verdad.

En Salamanca hubo dos Nacimientos que siempre destacaron, uno de ellos fue el de doña Elvira García de Arredondo, el otro el de don Florentino López Lira. Había más que eran parte de la lista de los "célebres", pero la verdad, no recuerdo sus nombres.

Las escenas se fueron engalanando cada vez más, se llegó a usar agua que corría por los escenarios, efectos lúminicos y sonoros. Las escenas giraban en torno a los pasajes que iban desde la Anunciación hasta la de Jesús entre los Doctores. Se incluía también la Visitación, la Anunciación a los pastores, los Reyes Magos, la Huída a Egipto y la central siempre sería la gruta del Nacimiento con la presencia del ángel que entre sus manos dejaba caer un lienzo con la leyenda "Gloria in Excelsis Deo". El Padre Eterno también aparecía.

Las fotografías que estamos viendo, fueron tomadas en el Nacimiento que la Casa de la Cultura de Salamanca realizó esta pasada Navidad de 2011, una obra excepcional sin lugar a dudas.
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