viernes, 16 de julio de 2010

El libro secreto de Maximiliano y su relación con Salamanca

Si gustas de los libros sabrás que hay dentro de ellos una gama, prácticamente infinita, hay también un gusto por colectar ciertos libros, hay quién gusta de los que contienen fotografías, los cuales regularmente son costosos y fuera de las estupendas imágenes, no hay mucha esencia, mucho texto. Hay también esos libros raros, los cuales se editan una vez, a lo sumo dos, y se vuelven auténticos artículos de colección.


Esto último fue lo que pasó precisamente con el que lleva el título de El libro secreto de Maximiliano, editado en 1867 y reeditado en 1900, ambas fueron ediciones que en su momento se agotaron, el morbo fue mucho y la ansiedad de saber ese “secreto” llevó a los compradores a las librerías para agotarlo en poco tiempo. Afortunadamente la UNAM hace una nueva reedición más accesible en cuanto a precio pero igual limitada en su número de ejemplares.


Por azares del destino uno de estos, el publicado en 1963, cerca de cumplirse el primer Centenario de la llegada de Maximiliano a México, llegó a mis manos y finalmente logré conseguir, además de las referencias que hay en el mejor, por no decir que el único, libro que se ha escrito sobre Salamanca, el de José Rojas Garcidueñas, en donde hace mención del cura Saavedra y, someramente de Vicente Flores.


De ambos personajes buscaba más datos, pues son ellos dos los que inician el único relato que sobre El Señor del Hospital se ha escrito. Creo que es un documento importantísimo que nos hace ver el quién es quién en la Salamanca de mediados del siglo XIX, vistos, analizados y desmenuzados desde las ópticas de los franceses, encartonados en ese entonces, en el Bajío.


“En el año de 1867 apareció en las librerías de México una obra titulada “Los traidores pintados por si mismos”. Estaba formada por pequeñas informaciones sobre funcionarios militares que prestaban servicios al Primer Imperio y solo en casos excepcionales, Almonte y Miramón, se e extienden hasta formar cortas biografías; en los demás casos son breves párrafos, y en algunos casos solo unas palabras. Algunas informaciones son francamente negativas, otras, por el contrario son alabanzas del sujeto, y por último, las hay completamente inocuas.


La fecha en que se publicó la obra y el estado de agitación, si ya no militar, sí político, hicieron que el libro fuera adquirido copiosamente por tirios y troyanos y pronto desapareció del mercado, viviendo a quedar como joya de colección.


En 1900 don Ángel Pola hace una reimpresión que al igual que la anterior se agota en poco tiempo” (1)


En una más bien breve introducción nos dejan saber cual es el valor de ésta obra y depurando lo que más nos interesa, encontramos los personajes salmantinos de los cuales se dice que:


Flores, Vicente (Salamanca): Para reemplazar al Subprefecto de Salamanca, cosa que es urgente, se encuentra en Salamanca el señor Flores, hombre enérgico, pero tal vez un poco apasionado, por lo demás muy recomendable. (Querétaro, diciembre de 1865. Firmado d’Espeuilles.)


El señor Vicente Flores no está ya propuesto, independientemente de las dudas que dominaban sobre la estabilidad de estas opiniones, he tenido noticias que había adquirido ilegalmente una suma de 10 a 12 mil pesos en el espacio de tres años que ha administrado las aduanas bajo el gobierno de Juárez; muchas personas pretenden que no rindió cuentas legalmente. Estos son rumores públicos. (Salamanca, 15 de febrero de 1866. Trabajo sobre las autoridades del Capitán Comandante Superior. Firmado: General Aymard.)


Saavedra, Luis. (Deán de los curas de Salamanca): Muy bien en todos los informes, muy estimable, adicto al Imperio y amante de la Intervención. (Salamanca, 15 de febrero de 1866. Trabajo sobre las autoridades del Capitán Comandante Superior. Firmado: General Aymard.) (2)


Como el libro es, en verdad, una auténtica joya, seguimos buscando más sobre los personajes que allí aparecen los que son de o están en Salamanca y los cargos que ocupan, estamos hablando de 1866.


Arce “X”. Antiguo Subrefecto Político de Salamanca

Bernal, Francisco. Juez suplente.

García, Domingo. Juez

Jaime, José. Juez

Martínez, Antonio. Antiguo juez

Mota, Leonardo. Juez

Ojeda, Mariano. Administrador de correos.

Pacheco, Mariano. Alcalde Mayor en función de Subprefecto Político.

Pérez, José. Secretario de la Subprefectura.

Ramos, Fermín. Director de Justicia.

Roa, Luciano. Administrador de Rentas.

Rodríguez, comandante. Comandante de la Guardia Rural.

Sánchez, Gregorio. Comerciante.


De todos los personajes mencionados se da, para bien o para mal una muy breve descripción, en ocasiones con una propuesta para ocupar un cargo, anotan sus eficacias y sus deficiencias, se anota si gustan del alcohol, si son organizados, si son honrados y, mal que bien, todos pasan la prueba pero, hay un personaje que, por lo que ahí se dice, debió de haber sido un ser nefasto que de él se escribieron varios reportes a cual más malo el uno del otro:


“Pacheco, Mariano. (Alcalde Mayor, en función de Subprefecto político de Salamanca): Aunque animado de buenas intenciones, es incapaz de dar una buena dirección, sea a los espíritus o a los negocios; es medroso, vacilante, inhábil, temeroso de comprometerse; todo sufre por su negligencia, por su falta de influencia. Es un funcionario cuya sustitución es reclamada por todos. (Salamanca, 16 de enero de 1866. Informe político. Firmado: Meunier.)


Es absolutamente nulo y carece completamente de energía (Durango, 2ª quincena de enero de 1866. Informe político del General Castagny.) (Con tinta roja): Ver página 114. (Al margen con tinta roja): sigue de la página 21.


El Subprefecto de Salamanca, Mariano Pacheco, es una nulidad y de unas debilidades absolutas; bastante tiempo sostenido, parece, en buena posición, ha sido normado en este lugar para gozar del tratamiento del coronel, título que tenía antes; ahora este recurso se le retiró y como no tiene nada, vive de los fondos municipales; todo está en desorden en su administración; no hay policía ni vigilancia en ninguna parte; no tiene ninguna influencia moral, ni ascendiente sobre la población; su acción política es nula. (Querétaro, diciembre de 1865) Firmado: d’Espeuilles.


Débil, medroso, sin ninguna influencia, se ocupa poco y se fía demasiado de su secretario José Pérez, que abusa con poca delicadeza de la negligencia y de la incapacidad de su jefe. (Salamanca, 15 de febrero de 1866. Firmado: General Aymard.)


Suplico a V.E. tenga a bien destituir de sus funciones al Sr. Mariano Pacheco, Alcalde Municipal de Salamanca, hombre nulo, débil y parcial, poco estimado de sus administrados. Durango, 26 de febrero de 1866. (Firamado: General Castagny.)” (2)


Con todos los conceptos vertidos sobre el Alcalde Pacheco, seguramente que era, como allí se dice, alguien nefasto para la población. ¿Cuándo habrá sido su sustitución?


Fuentes:


1.- Luján, José María. Prólogo a “El libro secreto de Maximiliano”. Cuadernos de Historia. Serie Documental No. 1. UNAM. México, 1963.


2.- El libro secreto de Maximiliano. Cuadernos de Historia. Serie Documental No. 1, UNAM. México, 1963.



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