sábado, 20 de febrero de 2010

Los personajes que participan en el relato del Señor del Hospital de Salamanca. 5ª parte.

En esta quinta parte de los personajes que aparecen en el relato que describe la llegada del Cristo Negro del Señor del Hospital a Salamanca, nos damos cuenta de que la persona que haya escrito tal relato era alguien muy bien documentado. Esto lo corroboramos al ver las biografías de estos personajes, los que a continuación aparecen, que son cruciales en la historia del México Colonial, Luís Montañéz, el cacique de Tula que fundó una buena cantidad de poblaciones en el actual Querétaro y Guanajuato, el rey de Espaya, Felipe II, que consolidó las posesiones de ese reino en ultramar y el virrey Luís de Velasco “el viejo”, nos indica que la persona que compuso el relato contaba con un vasto conocimiento en la historia y la política de ese período.


El Gral. Dn. Nicolás Montañez yndio cazique y Sr. que fue de Tula, Caballero de la Orden de Santiago, que con el auxilio de 33 Caciques Cabos prinsipales de Tula, yXilotepec, y de 25,OOO yndios combatientes, y 300 caballos, el día 25 de ju1io de 1531, dio la famosa batalla a un Exercito de mallor numero de Indios bárbaros de la Nación Chichimeca, en el Campo y Cerro de San Gremal, donde oy se venera el Colegio de los Apostólicos Misioneros de la Santa Cruz de Querétaro.


Durante el sangriento combate onze horas con higual furia de uno y otro campo, hasta que por ultimo se aclamó la Victoria por el exercito Christiano, con auxilio del Patrón de las Españas del Apostol Santiago y de la Sma. Cruz que visiblemente se vió en el cielo, la que copiada se hallo después entre las lajas pies de los montes de aquel circuito, i oy se benera Milagrosa en esta Ciudad en el espresado Colegio, como a quien se deve la Conquista i población.


Discrepcion panegirica del P. Franco Xavier de Santa Gertrudis impreso en el año de 1722. Se colocó este lienzo a expensas del Dr. Don Ignacio Montañez, profesor en cirugía c v años de 1807.


19.- Nicolás Montañés


A este cacique otomí se le menciona en el relato asociado a Gitzin, el que se supone fue el que estaba a cargo del pueblo de indios de sido, conocido también como Nicolás de San Luís Potosí Montañés “fue un guerrero mexicano del siglo XVI, nacido en Tula, se desconoce la fecha exacta. Descendía de los reyes toltecas y era pariente muy cercano de Moctezuma II. Se alió a los conquistadores y desempeñó un gran papel. Carlos V le nombró cacique de la ciudad de Tula y capitán general para que pacificase el país de los chichimecas y otomíes, nombramientos que, con el de Caballero de Santiago, le entregó por su propia mano el virrey Luís de Velasco en 1551Después de haber reunido un pequeño ejército fue con él al encuentro del cacique chichimeca Maxorro, al que consiguió derrotar y hacer prisionero. No se sabe que tomara parte en ningún hecho posterior, pues algún tiempo más tarde Valerio de la Cruz desempañaba el mismo cargo que Montañés, que murió en México y fue enterrado el convento de san Francisco”. (1)


“En el Caso de Montañés, cae dentro de los hombres y héroe s con historia que han sido ignorados en gran parte ya que sus hazañas, batallas o hechos históricos de muchos de ellos han pasado desapercibidos para los historiadores, mas no para la historia en si. A quien esto escribe gran decepción y asombro le ha causado cuando acudiendo al Archivo Histórico Municipal de la Ciudad de Querétaro no se pudo encontrar documento alguno que por los méritos del citado fundador de Querétaro se le hiciera justicia, no obstante el importante papel que junto con Fernando de Tapia (CONIN), a quien si le han dado un lugar preponderante en la fundación de Querétaro, acontecimiento que se llevó a cabo en el cerro de San Gremal, como se describe en el óleo que hemos citado, cuya trascripción es fiel al original”. (2)


De entre otras ciudades fundadas por Nicolás Montañés están: Acámbaro, el 19 de septiembre de 1526; Huimilpan, 10 de julio de 1529; Apaseo en 1525 y otras mas del Bajío.



20.- Pío IV


Es ya al final del relato que se hace mención de varios personajes trascendentales en la historia, entre ellos el Papa Pío IV, Giovanni Angelo Medici, nacido en Milán el 31 de marzo de 1499 y muerto en Roma el 9 de diciembre de 1565, siendo el Papa n.º 224 de la Iglesia católica de 1559 a 1565. “Perteneciente a una rama secundaria de los Médicis florentinos, conocido por eso como el Medichino, tras acceder a la dignidad papal se esforzó desde el principio en paliar los desastrosos efectos de la estrategia de enfrentamiento de su predecesor Pablo IV. Estrechó lazos de buena concordia con la regente francesa Catalina de Médicis (Médicis, en definitiva, como él) y, sobre todo, abjuró de la malquerencia de su predecesor hacia Felipe II, con quien mantuvo en lo sucesivo una cordial relación.


En todo caso, el clima internacional era en estos momentos más propicio a la consumación del inconcluso Concilio de Trento. Seguía habiendo, a pesar de todo, un cierto talante objetor entre aquellos a quienes incumbía su prosecución y remate: Felipe II, viudo de la reina María Tudor de Inglaterra, no desechaba ciertas aspiraciones a mantener la condición de rey consorte uniéndose ahora en matrimonio a la protestante Isabel I; a Fernando I de Austria, como le sucediera antes a Carlos V, le convenía, más que un concilio condenatorio de las doctrinas luteranas seguidas por un elevado número de sus súbditos, unas asambleas coloquiales de entendimiento y pacto consensual; algo similar pretendía Catalina, en cuyo reino iba tomando crecido auge el movimiento protestante. En Francia dejó de ser posible cualquier arreglo cuando, a raíz de la promulgación en enero de 1562 de un edicto contra los hugonotes, la intervención manu militari de Francisco de Guisa en Vassy intentando imponer su cumplimiento acabó en una matanza que provocó el estallido de la guerra civil. Por su parte, el fracaso de la inicial propuesta matrimonial de Felipe II le llevó a tomar por esposa en 1559 a Isabel de Valois, hija de Enrique II y Catalina de Médicis, con lo que se acercó a Francia y se apartó de cualquier tentación de moderada tolerancia del anglicanismo.


La situación era, pues, digna de ser aprovechada. Pío IV convocó a la cristiandad para que acudiera a Trento a la reanudación del concilio. En enero de 1562 entraba el sínodo en su última fase que se prolongaría hasta el 3 de diciembre de 1563. Por fin hubo acuerdo sobre importantes aspectos dogmáticos y se declaraba anatematizada la herejía protestante”. Texto tomado de Wipipedia.


21.- Felipe II


Cuando se trata de corroborar la fecha en que se dan los acontecimientos del relato, aparece Felipe II de Austria (o Habsburgo), llamado El Prudente, nacido en Valladolid el 21 de mayo de 1527 y muerto en El Escorial el 13 de septiembre de 1598, “fue Rey de España desde el 15 de enero de 1556 hasta su muerte, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y los Algarves (como Felipe I) desde 1580, realizando una ansiada unión dinástica con Portugal, que duró 60 años. Fue asimismo Rey de Inglaterra, por su matrimonio con María I, entre 1554 y 1558.


Hijo y heredero de Carlos I de España e Isabel de Portugal, hermano de María de Austria y Juana de Austria, nieto por vía paterna de Juana I de Castilla y Felipe I y de Manuel I de Portugal y María de Castilla por vía materna. Murió a los 71 años de edad el 13 de septiembre de 1598, tras pasar unos años en unas condiciones de vida malas debido a la enfermedad que padecía, y que se agravaba con el paso del tiempo.


Desde su muerte fue presentado por sus defensores como arquetipo de virtudes, y como un monstruo fanático y despótico por sus enemigos. Esta dicotomía entre la Leyenda Negra y la Leyenda Blanca o Rosa fue favorecida por el propio Rey Prudente, que se negó a que se publicaran biografías suyas en vida y ordenó la destrucción de su correspondencia. Aún hoy en día, la historiografía anglosajona y protestante representa a Felipe II como un ser fanático, despótico, criminal, monstruo imperialista y genocida. Sus victorias fueron minimizadas hasta lo anecdótico (salvo unos pocos ejemplos como la Batalla de Lepanto) y sus derrotas magnificadas en exceso, a pesar de que no supusieron grandes cambios políticos o militares, como la pérdida de una pequeña parte de la Grande y Felicísima Armada debido a un fuerte temporal, que además los historiadores anglosajones "transformaron" en una gran victoria inglesa.


Durante su gobierno, el Imperio español dirigió la exploración global y la extensión colonial a través del Atlántico y Océano Pacífico, convirtiéndose durante mucho tiempo en el principal país y potencia europea en todo el mundo. Su imperio, el Imperio español se convirtió bajo su gobierno en el primer imperio global, porque por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes, las cuales, a diferencia de lo que ocurría en el Imperio romano o en el Carolingio, no se comunicaban por tierra las unas con las otras”. Texto tomado de Wikipedia.


22.- Luis de Velasco (padre)


Luís de Velasco y Ruiz de Alarcón, nacido en Carrión de los Condes, Palencia, España en 1511, fallecido en la Ciudad de México en 1564, Señor de Salinas fue el segundo virrey de Nueva España, entre 1550 y 1564, tras haber sido Virrey de Navarra entre 1547 y 1549.


“Pariente de los Condestables de Castilla, sucedió en el virreinato de Nueva España a Antonio de Mendoza, quien tuvo que elegir entre este y el de Perú, mientras Luís de Velasco ocuparía el otro puesto. Llegó a San Juan de Ulúa el 23 de agosto de 1550 y pasó el mes de septiembre en Puebla, mientras Mendoza tomaba su decisión. Finalmente los dos se reunieron en Cholula y Mendoza eligió el Perú. El 25 de noviembre del mismo año, Velasco llegó oficialmente a la Ciudad de México como virrey de Nueva España, cargo que ocupó hasta su muerte el 31 de julio de 1564.


Suele considerársele gobernante prudente. Ayudó a los nativos a defenderse frente a los abusos de los propietarios de minas de oro, y liberó a 150.000 esclavos. De su mandato destacan la abolición efectiva de la encomienda, la liberación de los indios ilegalmente esclavizados, la urbanización de poblados, la realización de importantes obras públicas, la apertura en 1553 de la Universidad de México y la colonización, pacificación y conquista de territorios del norte del virreinato, fundando ciudades como San Miguel el Grande (hoy San Miguel de Allende), Durango (1563), San Felipe de Ixtlahuaca y Nombre de Dios. Su hijo Luís de Velasco y Castilla, Marqués de Salinas también fue Virrey de Nueva España.


La supresión de la encomienda y la mejora del trato a los indios habían sido prescritas por la corona española desde 1542, con la promulgación de las llamadas Leyes Nuevas, inspiradas por Fray Bartolomé de las Casas. A diferencia de su predecesor, que no exigió su cumplimiento, aunque nominalmente las acatara, y que incluso llegó a suspenderlas, Luís de Velasco las puso en práctica venciendo con energía la oposición de los encomenderos españoles, como por otra parte le había ordenado detalladamente Carlos I al nombrarle Virrey en Bruselas, en 1549. Otras realizaciones del mandato de Velasco fueron también resultado del disciplinado y tenaz cumplimiento de las instrucciones recibidas de la metrópoli, desde las cortes de Carlos V y de Felipe II.


En 1558 México sufrió su primera gran inundación de la época española, que se convirtió en epidémica. El Virrey hizo todo lo que estuvo en su mano para ayudar a las víctimas.


Hasta 1560 Velasco gobernó con autoridad ilimitada. Aunque no cometió ningún abuso, en este año la Audiencia y otros influyentes españoles intentaron que el Emperador limitara la autoridad del Virrey, poniendo el requisito de que sus actuaciones necesitaran la autorización de la Audiencia.


En sus años finales, Velasco se centró en fundar asentamientos en Florida, en explorar el Océano Pacífico y en aumentar las riquezas del Imperio. El 22 de mayo de 1559 fundó lo que es ahora la ciudad de Yurécuaro en el estado de Michoacán. En ese mismo año envió una flota de trece naves bajo el mando de Tristán de Luna y Arellano para establecerse en la costa oriental de Florida, pero la expedición fracasó debido a la hambruna y a las revueltas de los hostiles guerreros nativos. Los españoles se vieron forzados a marcharse.


Al principio de 1564 Velasco encargó a Miguel López de Legazpi y Andrés de Urdaneta una expedición por el Pacífico hasta las islas Filipinas, donde Fernando de Magallanes y Ruy López de Villalobos habían llegado en 1521 y 1543.


Luís de Velasco y Ruiz de Alarcón murió en 1564, y más tarde se descubrió que, lejos de enriquecerse, se endeudó personalmente en favor de los pobres y los indios. Le sucedió Gastón de Peralta, Marqués de Falces”. Texto tomado de Wikipedia.


Bibliografía:


1.- Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana (Espasa), tomo 36. Madrid, 1930


2.- Datos del autor, dar clic aquí:



viernes, 19 de febrero de 2010

Los personajes que participan en el relato del Señor del Hospital de Salamanca. 4ª parte.

15.- Juan Sánchez Baquera.


Este personaje no aparece propiamente dentro del relato, pero se menciona en una nota que hace don Vicente Flores respecto a la fuente que él utiliza para la mejor interpretación de la lengua otomí. Aunque no hace referencia del nombre del libro, el cual, seguramente será “Luz y guía para leer, escribir, pronunciar y saber el otomí”, obra escrita, quizá en el siglo XVII por el sacerdote español Juan Sánchez Baquera.


Me ha sido difícil saber más de su vida, ni fecha de nacimiento ni año de llegada a México, quizá fue un fraile franciscano, considerando que hay una referencia como “secular en Tula”, pero nada confirmado con exactitud.


Lo que si hay es una referencia del libro, esto lo encontré en la biblioteca virtual de la Universidad de Toronto el cual menciona a Sánchez de la Baquera en el libro de “El estudio de las lenguas y las Misiones” (1). “El Otomí, una de las lenguas de Méjico hoy más difundidas, (este texto fue publicado en 1893) según Brancroft, era la lengua de un pueblo tosco y salvaje que habitaba los confines del valle Anáhuac. Nombraremos ahora las principales obras de la rica literatura que produjo el manejo de esta lengua… Entre los gramáticos del otomí, dos son los más notablemente conocidos, Luís Nevé y Molina y Sánchez de la Baquera. Nevé y Molina (i) se afano sobre todo por dar una exacta trascripción y ortografía del otomí. Su gramática y diccionario, que aparecieron por primera vez en 1767, han tenido varias ediciones. Molina fue profesor del otomí é intérprete en el Santo Oficio. Casi por el mismo tiempo tuvo esta lengua un eminente conocedor de ella en Sánchez de la Baquera (2). De sus obras debemos hacer resaltar la guía práctica para aprender el otomí, la gramática, diccionario y catecismo.


(1) Pilling, Proofihcets. n. 273S; (2) lbid. n. 3472”.


Si estás interesado en leer el libro completo, el acceso es en el siguiente enlace:

http://www.archive.org/stream/elestudiodelasle00dahluoft/elestudiodelasle00dahluoft_djvu.txt


16.- Fani, el Catecúmeno.


Este llega a ser el siguiente personaje esencial de la historia en el relato. De el no se sabe su nombre pues fue encontrado desvanecido una vez ocurrido el prodigio del cambio de color en las inmediaciones de Dañú. Una vez recuperado, pues tenía días sin comer ya que huía del encomendero al cual pertenecía se une al grupo de los 7 otomíes nombrándolo Fani, que en su lengua significa venado, dada la habilidad para correr por los montes. Continúan por Querétaro y Apaseo, antes de llegar a Celaya, Faní se adelanta en el camino tratando de saber el paradero de los de Xilotepec, encontrándolos en una venta en lo que actualmente es Celaya, es entonces que ellos, los otomíes enfilan rumbo a Cortazar.


Vuelve a aparecer en el relato cuando estaban ya instalados en la Estancia de Barahona, y la copia de la imagen del Santo Cristo había sido ya elaborada, es el Fani quien lleva la copia hasta la puerta del templo. El es quién conserva las llaves del templo de la Asunción y quien certifica que las campanas están doblando sin que nadie las toque. Y es el Fani el personaje que cierra el relato pues… “su Ilma. hizo que se le presentara el catecúmeno y le dijo que hiciera la señal de la Cruz, la cual hizo, diciéndole después su Ilma. “Tu trajiste la dicha a esta comarca; tu te vas a llamar Buenaventura; anda a que te bauticen”. (3)


17.- Baltasar López Ledesma.


Se menciona como cuñado de Sancho de Barahona, pero no hay ningún dato más de él. Se dice que estuvo en la fundación de la Villa de Salamanca, pero no he podido comprobar esto cabalmente.


18.- Sancho de Barahona.


Se dice que era el dueño de la Estancia de Barahona, don Pedro González, historiador salmantino lo comenta así: “La instalación de encomiendas se hizo desde luego por mercedes que concedió el primer Virrey Don Antonio Mendoza, con sitios de ganado mayor y menor, á los españoles Sancho y Juan de Barahona, quienes fundaron la Estancia de este apellido y por mercedes semejantes, se fundaron á la vez las de Mancera, Valtierra, Mendoza, Sarabia, etc., son estos nombres de las haciendas inmediatas que aun existen” (4). Ha sido difícil encontrar mayores datos sobre estos personajes de apellido Barahona.


Hubo un Sancho de Barahona que estuvo al lado de Hernán Cortés durante la conquista de Tenochtitlán, pero, la tradición marcó que a los 300 españoles que estuvieron junto a Cortés se le entregaban inmensas porciones de tierra no como Estancias, es decir, no en propiedad, sino como Encomiendas, es decir, a cargo de un territorio en la ya nombrada Nueva España.


Hay un Sancho de Barahona en la lista, pero a ese le fue encomendada la zona sur del territorio apenas conquistado, el actual Guatemala, a donde llegó como uno de los Capitanes de Pedro de Alvarado, entre 1521-27. Una de las poblaciones fundadas por Sancho de Barahona fue Santa Catarina, cosa que sucedió entre 1530-1540. Hay una buena cantidad de referencias que así lo marcan, a don Sancho de Barahona y su esposa, Isabel de Escobar, como los iniciadores de una gran familia que aún persiste en todo Centroamérica, especialmente en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Este Sancho de Barahona tuvo dos hijos, precisamente de nombres Sancho y Juan, lo cual, presumiblemente podemos decir que fueron ellos a quienes se les dio la estancia ubicada a un lado del río Grande, es decir, lo que conocemos como Lerma, pero ¿el hijo de un conquistador recibiría tan solo una estancia?


Una estancia de ganado mayor, equivale a 1756 hectáreas, una de menor a 780 hectáreas, no creo, sinceramente que ellos se conformaran con tan poca propiedad, siendo que, su padre, estaba ya instalado en Guatemala.


En el Archivo General de la Nación (AGNM v.25f.123r-133r), encontramos que a Sancho de Barahona se le entregó 1 estancia de ganado menor, 4 caballerías y 1 calera en Tlapanaloya, localizada en la actual Tepeji del Río, estado de Hidalgo. (5) Indudablemente que sobre Sancho de Barahona debemos de profundizar aun más.


Bibliografía:


1.- El estudio de las lenguas y las Misiones. José Dahlmann, S.J. Traducido del alemán por Jerónimo Rojas, S.J. Librería Catolk V de Gregorio del Amo. Madrid, 1893.


2.- Historia de la milagrosa imagen del Señor del Hospital de Salamanca. Introducción atribuida a José Rojas Garcidueñas. Imprenta del Bosque, México DF. 1967.


3.- Ibid.


4.- Geografía local del Estado de Guanajuato. Lecciones escritas para dar a conocer esta región de la República Mexicana a los profesores de Instrucción Primaria y a la juventud misma. Guanajautao, 1904.


5.- PEOPLE, SHEEP, AND LANDSCAPE CHANGE IN COLONIAL MEXICO: THE SIXTEENTH-CENTURY TRANSFORMATION OF THE VALLE DEL MEZQUITAL A Dissertation Submitted to the Graduate Faculty of the Louisiana State University and Agricultural and Mechanical College in partial fulfilment of the requirements for the degree of Doctor of Philosophy in The Department of Geography and Anthropology Richard William Hunter B.A., South Dakota State University, 2001 B.S., South Dakota State University, 2001 M.S., South Dakota State University, 2003 May 2009



jueves, 18 de febrero de 2010

Los personajes que participan en el relato del Señor del Hospital de Salamanca. 3ª parte.

Sabemos bien que el número 7 ha estado siempre muy ligado a la religión, su simbolismo nos lleva a la suma del 3, número de Dios con el 4, número del mundo, es decir, del hombre. Por lo tanto es el número que engloba toda la concepción de vida. Y son, casual o intencionalmente, eso no lo se, 7 los personajes que intervienen una vez muerto Acualmetzli, y una vez dada la revelación de que el Santo Cristo indicará el lugar en el cual quiere quedarse para siempre.


Las revelaciones a través de sueños es algo recurrente en los pasajes bíblicos, Señor San José es uno de ellos, lo vemos en Mateo 1: “20 Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo”. En la Biblia encontramos que muchas de las revelaciones son hechas cuando el personaje que la recibe cae en éxtasis, como es el caso de Pedro en el Libro de los Hechos 10: “Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. 10 Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; 11 y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra” (1). En consecuencia no es de extrañarnos que en el relato del Señor del Hospital, uno de los pasajes más importantes al principio del mismo es esa revelación. Veamos ahora a cada uno de los siete indígenas que intervienen en el relato.


8.- Pedro Coyohuatl.


Para traducir el nombre de Coyohuatl pedí el apoyo del Maestro Manuel de Santiago y me comenta lo siguiente: “…te comento que la partícula hua denota posesión, la cual se puede traducir al español como “perteneciente a… “o también habilidad, “el que hace…”. En este caso concreto Coyohuatl se refiere, probablemente, a un nombre propio –tezcucano—que significaría “del coyote”, aludiendo a su nombre totémico.


Ixtlixóchitl, se refiere a un subordinado de Nezahualcóyotl con ese nombre, quien negocia a nombre de éste una multitud de asuntos oficiales y personales. Cuando se trata de un nombre propio en la lengua náhuatl, el sustantivo pierde la terminación “tl” la cual es sustituida por la partícula reverencial tzin”. (2)


Aparece como el sucesor en la propiedad del Cristo de los Agonizantes, solo menciona el relato que Acualmetzli murió y que Pedro Coyohuatl se lleva la imagen y se instala en Xilotepec, la mantiene en su casa en donde hay un culto público “…a cuya propiedad perteneció a él y a su familia durante varias generaciones hasta pasados muchos años…” (3). Aquí hay una gran imprecisión pues menciona que la imagen perteneció a él y su familia por varias generaciones, solo que no hay más que una sola generación en un lapso de 20 años, que es el que separan la muerte de Acualmetzli con el sueño de la revelación.


De Pedro Coyohuatl no se vuelve a saber nada, no hay mayor rastro de su paradero durante el resto del relato, no se sabe si se quedó en Xilotepec o en algún otro sitio, tampoco se sabe si murió.


9.- Juan Cardona.


Si Acualmetzli fue el personaje central desde su huída del Colegio Imperial de la Santa Cruz hasta su muerte en la Sierra Gorda, en el resto del relato es Juan Cardona quién lleva la parte más importante.


Es quizá hijo de Pedro Coyohuatl, ya que es él, quien tiene la revelación a través de un sueño: “Juan Cardona, descendiente del ya dicho Coyohuatl tuvo un sueño en que el Santo Cristo le indicó que caminara con él tierra adentro hasta llegar a un punto en donde habiendo pasado la noche se encontrara con la novedad de que al despertar sin intervención de manos humanas viera que la Cruz de Nuestro Señor estaba enterrada en tierra”. (4) Presumo será su hijo, considerando que en esa época los frailes franciscanos y de cualquier orden, no aceptaban que los indios al ser bautizados usaran nombres indígenas, estos deberían ser españoles, para tal efecto tenían dos opciones, una usar el apellido del que era el encomendero o, más precisamente, el que los tuviera a su cargo. La segunda opción era usar el apellido del sacerdote que los estuviera bautizando, de allí que desaparece la referencia Coyohuatl y aparece la de Cardona.


Seguramente era una persona de gran fe y conocía de la religión pues es él quien hace el rezo del Padrenuestro luego que se dan cuenta del cambio prodigioso de color en la imagen del Santo Cristo. Además de marcarlo así en el relato: “Ellos con grande veneración se postraron ante tan milagrosa imagen y Juan Cardona rezó un Padrenuestro que contestaron quienes sabían hacerlo, después rezó un Credo muy despacio para que todos pudieran seguirlo palabra por palabra; estas oraciones fueron dichas en idioma otomite que era la lengua de estos pobres naturales”. (5). Cuando llegan a la Estancia de Barahona, Juan Cardona está enfermo de hidropesía. Fue el quién comprobó que la copia realizada del Cristo de los Agonizantes era exacta y es quién vuelve a tener un papel protagónico al asociarse su muerte precisamente con la señal que tuvo en su sueño, es decir, cuando muere, es cuando el Santo Cristo aparece clavado “como una vara en tierra”. Juan Cardona tiene el honor, de acuerdo al relato, de ser enterrado “a los pies del Señor”, en donde fue encontrada la Cruz clavada.


10.- Ignacio Cardona.


Es el hijo de Juan Cardona y la única vez que se el menciona en el relato es casi al final, cuando aparece cerrándole los ojos a su padre que acababa de fallecer.


Con él, con Ignacio Cardona podemos hacer un ejercicio para determinar las edades de estos tres personajes que son de la misma familia. Considerando las edades promedio que se establecen en este tipo de acciones, seguramente contaba con 18 años, por lo que su nacimiento sería en 1542, año de la muerte de Acualmetzli. Su padre, Juan Cardona, quizá lo engendró teniendo él 20 años, por lo tanto su año de nacimiento se puede establecer en 1522, dos años después del nacimiento de Acualmetzli. En consecuencia, manteniendo la misma lógica en las edades, si fue padre a los 20 años, de el que supongo fue su hijo, Juan Cardona, se puede establecer como año de su nacimiento el de 1502, en consecuencia, cuando el Santo Cristo partió de Xilotepec él contaba con 58 años.


11.- Francisco de la Cruz.


Partió en el grupo comandado por Juan Cardona de Xilotepec, no aparece en el relato hasta que, estando en la Estancia de Barahona, la señora de Ledesma le informa del plan de hacer una copia del Santo Cristo para que los xilotepecanos se la lleven y la original se quede en la Estancia.


12.- Juan Crisóstomo.


Parte también como parte del grupo de los 7 desde Xilotepec y es el quién se da cuenta del portentoso cambio de color del Santo Cristo en las inmediaciones de Dañú. Y nuevamente es mencionado, cuando la señora de Ledesma informa del plan de cambio de imágenes, pues aparece en el relato junto a Francisco de la Cruz en esta escena.


13.- José María Miñó.


De este personaje no se dice nada en todo el relato, fuera de que formaba parte del grupo de los 7 que salieron de Xilotepec.


14.- Cristóbal Buti.


El séptimo del grupo de 7 que partieron de Xilotepec, a él se le menciona casi al final del relato, diciendo que “…Cristóbal y yo estamos seguros de que nadie se quedó adentro”. Refiriéndose a que las campanas que doblaban a muerto no las tocaba nadie.


Para concluir esta tercera parte del recuento de los personajes que participan en el relato, anoto ahora un interesantísimo comentario de José de Santiago Silva, Director de la Escuelan Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, dice que “...también llama la atención la carga emblemática del nombre propio de algunos protagonistas…” (6). En efecto, Pedro, la piedra sobre la que se construyó la Iglesia; Juan, sea el Bautista o el Evangelista, ambos son de lo más importante en la Jerarquía hagiográfica; Ignacio, pensando en San Ignacio de Loyola, éste fue canonizado 1622, sesenta y dos años luego de que llegara el Santo Cristo a Salamanca; Francisco de la Cruz, este es un nombre imprescindible ya que todas las referencias del relato van relacionadas estrechamente a la Orden Franciscana. José María, nombre que combina la parte terrena del inicio de Jesús –Hombre. Cristóbal, significa “el portador de Cristo” (7), en torno a él hay una antiquísima leyenda, que en buena medida nos confirma la carga emblemática de los nombres usados en el relato.


Bibliografía:


1.- La Biblia


2.- Conversación personal con el Maestro De Santiago.


3.- Historia de la milagrosa imagen del Señor del Hospital de Salamanca. Introducción atribuida a José Rojas Garcidueñas. Imprenta del Bosque, México DF. 1967.


4.- Ibid.


5.- Ibid.


6.- El templo agustino de san Juan de Sahagún en Salamanca. José de Santiago Silva. Ediciones la Rana, Guanajuato, 2004.


7.- http://www.churchforum.org/santoral/Julio/1007.htm