miércoles, 30 de diciembre de 2009

Conozcamos de cerca el Camarín del Señor del Hospital

El Cristo Negro del Señor del Hospital permanece desde hace muchos años en su Camarín, consagrado en 1924, fue el sacerdote de origen francés, Ives Grall, quién se encargo del decorado del templo, seguramente fue el quién diseñó el exquisito trabajo de simétrica composición tan en boga en esa época, dispongámonos a admirarlo en las siguientes fotografías.










martes, 29 de diciembre de 2009

Diez Cristos de la Ciudad de México

La ciudad de México al haber sido en la antigua Tenochtitlán la capital del imperio Azteca, para transformarse luego en la capital de la Nueva España y actualmente ser la capital de nuestro país, ha concentrado por lo tanto los distintos poderes e ideas que conforman nuestros sentimientos que, como pueblo, nos identifican. Uno de ellos, el religioso, al asentarse ahí, además de la Catedral Metropolitana, la Basílica de Guadalupe que, sin lugar a dudas, es el recinto católico más venerado de todo México. El Cristo que vemos aquí es el de la propia Basílica de Guadalupe, precisamente el día grande, el 12 de diciembre de 2009. Es de llamar la atención su color, distinto a todos los cristos que a lo largo y ancho del país se veneran, en este caso, su color cobrizo nos identifica plenamente con las razas originales que poblaron nuestra nación.


Esta otra representación del Señor Crucificado la encontramos en la antigua Basílica de Guadalupe, cuya construcción se comenzó en 1695, consagrada en 1709 y declarada Colegiata en 1749, el altar de mármol de Carrara que vemos es donde se expuso durante más de cuatro siglos la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, para el 12 de octubre de 1976 que fue cambiada la Santa imagen a su nuevo recinto, la antigua Basílica inició una profunda restauración para evitar que se siguiera hundiendo, cosa terminada casi en la actualidad, allí fue donde captamos, también el 12 de diciembre del presente año esta imagen.


La impresionante Catedral Metropolitana conserva en el Altar del Perdón, uno de los Cristos más venerados en la ciudad, El Señor del Veneno, de cuya historia ya habíamos hablado anteriormente:

http://elsenordelhospital.blogspot.com/2009/09/el-senor-del-veneno-el-cristo-negro-de.html


Localizado en una de las 16 capillas laterales de la Catedral Metropolitana, encontramos al Señor del Buen Despacho, llamado así por la prontitud en resolver las peticiones que los devotos le hacían, esta capilla es quizá la que guarda más historia, al haber sido dedicada originalmente a San Eloy, o Eligio, el Santo Patrono de los Plateros, el gremio más rico durante los tres siglos de domino hispano. Más de la historia de esta capilla la encontrarás:

http://www.arquidiocesismexico.org.mx/Catedral%20Capilla%20de%20San%20Eligio.html


Otro de los conventos que fueron construidos años más tarde, rumbo poniente, el de San Cosme y San Damián, conservan este excepcional Cristo conocido como El Señor del la Salud, ó Señor de los Dolores, también se le conoce como El Señor del Fuego. De su historia no pude recabar nada. Si quieres saber más de esta Parroquia:

http://www.indaabin.gob.mx/dgpif/historicos/cosme.htm



Es en el Templo de Nuestra Señor de Loreto, en el Centro Histórico de México donde encontramos estos dos Cristos. Construida originalmente como baptisterio del Templo de San Pedro y San Pablo en el siglo XVII, es hasta 1809 que se inicia su reconstrucción ya como templo dedicado a esa advocación Mariana. Al poco de haber sido terminado, debido al peso de su colosal cúpula, diseñada por el más reconocido arquitecto Novohispano, Manuel Tolsá, el templo comenzó a hundirse, siendo en la actualidad más que notorio esta inclinación.


En la capital de la Nueva España se fueron asentando una a una las distintas ordenes religiosas, primero los Franciscanos, luego los Dominicos, más adelante llegarían los Agustinos y los Jerónimos, fueron estos últimos quienes levantaron su convento en lo que en aquél tiempo eran los límites de la ciudad. En la actualidad, desaparecido el convento, el templo de San Lorenzo sigue funcionando, es allí en donde se venera la imagen de Cristo en su advocación del Señor del los Trabajos.


Muy cerca de la Catedral encontramos el Templo de San Agustín con este magnífico Cristo.


Y en los que fueran los confines al oriente de la ciudad en la época colonial, en el barrio de La Merced, encontramos en el Templo de la Soledad este Santo Cristo.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Algunos Cristos en el Estado de Hidalgo

Cristo en el Ex convento de San Nicolás en Actopan, Hidalgo


Cristo en la Parroquia de San Francisco en Tepeji del Río, Hidalgo

Cristo en la Catedral de Tula, Hidalgo.


Cristo en el Altar Mayor del Templo del Ex convento en Actopan, Hidalgo.

Cristo en un lateral del Templo del Ex convento en Actopan, Hidalgo.


Cristo en la Capilla Bautismal del Templo del Ex convento en Actopan, Hidalgo.


Cristo en la Parroquia de Santa Magdalena en Nopala, Hidalgo.


Cristo en la Parroquia de San Mateo en Huichapan, Hidalgo.


Cristo en Parroquia de Santiago en Tecozautal, Hidalgo.


Cristo en la Parroquia de Santiago en Tecozautla, Hidalgo. Nótese la forma en que están los pies, algo único en las representaciones de Cristos virreinales.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Una referencia más sobre el origen del Señor del Hospital

De todas las personas que se han interesado por saber cual es el origen de la imagen tan venerada en Salamanca, el Cristo Negro del Señor del Hospital, todos han iniciado la búsqueda histórica por el relato que se dice fue autorizado por el Señor Cura, don Luís Saavedra, escrito por Alonso Marañón y recuperado por Vicente Flores en su hallazgo en el Templo de Nativitas del manuscrito en donde constaba dicho relato que marca el periplo de la imagen, ubicándola como originaria de España y colocada para su veneración en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, lugar a donde estudiaban los hijos de los indios nobles que sobrevivieron a la guerra y pestes traídas por los conquistadores, luego de su fundación en 1535.


Ubica a un personaje, Acualmetzli, estudiante del colegio que al enterarse de lo sucedido con sus padres, muertos durante la caída de la Gran Tenochtitlán, rechaza todo lo recibido por su padre adoptivo, el conquistador Hernando Alarcón, y decide huir a la Sierra Gorda para adherirse a los Chichimecas en su lucha contra los españoles. El recorrido que sigue la imagen del Santo Cristo, luego de la muerte de su custodio, Acualmetzli, le hace llegar a Jilotepec para que luego de veinte años, aproximadamente, siga su peregrinar “tierra adentro” llevando la ruta que el propio Camino Real de Tierra Adentro marcaba: Tepeji, Tula, Nopala, Tequisquiapan, Querétaro, Apaseo, Celaya, Cortazar, llegando finalmente a la antigua Xidóo, la actual Salamanca.


Lo interesante es ahora saber que hubo, además, una segunda historia, la cual, al parecer se publicó en 1895, más datos de quién la publica y quién la avala, ella no hay. De ella estoy teniendo conocimiento a través del libro Los cristos de caña de maíz y otras venerables imágenes de Nuestro Señor Jesucristo, publicado por el Canónigo Luís Enrique Orozco, historiador de la Arquidiócesis de Guadalajara en 1970, por cierto, sin Editorial. En esta trascendental publicación menciona como fuente de información al historiador de la Arquidiócesis de Michoacán a mediados del siglo XIX, el Dr. Don José Guadalupe Romero en su obra Noticias para formar la historia y la estadística del Obispado de Michoacán, publicado por la Imprenta de V. García Torres en 1862.


“El Dr. Romero cita este venerabilísimo Santo Cristo en sus Noticias y dice: “Hay además en esta Villa seis templos sujetos a la jurisdicción parroquial a saber: el Santuario del Señor del Hospital, etc.”. Respecto al origen histórico de este Santísimo Cristo se han escrito dos relaciones. La primera que quiero aquí señalar, dícese que fue escrita en el año de 1895; no sé por quién, pero que tal escribió: “Fue legado por su antepasados al Sr. Pbro. D. Francisco Soto”.


“Según esta Relación: “Allá por los años de 1581, vivía en el pueblo de Cárdenas, cercano a la Ciudad de México, un piadoso hombre llamado Juan Cristóbal, gran devoto de un Santo Cristo que bajo la advocación de “La Preciosa Sangre de Cristo” era grandemente adorado (sic) en el Templo del lugar. Un día que el Cabildo de la Ciudad de México venía rumbo al Norte del país, Juan Cristóbal desapareció del pueblo, y al siguiente (día?), con grande asombro del vecindario, la santa imagen del Cristo no estaba en su altar “ La relación afirma que esta imagen era de la propiedad de Juan Cristóbal, quién lo sacó de Cárdenas para que acompañara en su viaje al Cabildo y llegó con él hasta San Juan del Río. Los vecinos de Cárdenas al notar la desaparición del crucifijo se dieron a la tarea de perseguir a Juan Cristóbal, quién al saberlo se dio a la huída con la imagen siguiendo el derrotero de Querétaro – San Miguel Allende – Cañadas Landín – Marigómez – San Juan de la Presa - Nativitas, y finalmente Salamanca donde fue colocado en la Capilla del Hospital y al morir Juan Cristóbal: “A los cuatro meses exactos” fue sepultado a los pies de este Crucifijo. Naturalmente durante la huída, que duró varios años, venía el Santo Cristo derramando milagros estupendos por doquiera.”


Fácilmente llegamos a una conclusión: en esa época, mediados del siglo XIX eran realmente pocas las personas que sabían leer en Salamanca y en general, en todo México, los conocimientos, específicamente la historia regional, a través de leyendas, consejas y anécdotas se pasaban de boca en boca. La tradición oral era el medio ideal de comunicación. Quizá alguien que oyó la otra historia, la de Marañón, precisó un derrotero mas acorde con la ruta del Camino Real de Tierra Adentro, trasladándolo a la ruta principal, la que continua de Querétaro a San Miguel Allende, de allí establece la llegada más rápida y lógica a través de Marigómez, comunidad ubicada en el noreste de Salamanca.


Los relatos, las historias, las leyendas, las consejas, esas que antes, hace ya mucho, oíamos amenamente contar a los profesionales de la conversación que en algún momento de una agradable cena la sobremesa se extendía con ese cúmulo de historias que nos hacían ver la vida más sanamente, reafirmamos lo dicho apenas hace dos días, un pueblo sin leyendas vive en el fío del sepulcro.



viernes, 25 de diciembre de 2009

La Consagración del Templo del Señor del Hospital -2-

Un documento más hemos logrado conseguir, esta vez gracias a la colaboración del Cronista de Salamanca, Juan José Rodríguez Chávez, quién conserva una auténtica reliquia, la invitación a la solemne misa de Consagración de la Parroquia del Señor del Hospital el 30 de abril de 1924.


Habiéndose llevado al fin, a feliz término la grandiosa obra del NUEVO SANTUARIO de la muy venerada Imagen del


Señor del Hospital,


Cuya costosa construcción y decorado, ha sido producto del religioso desprendimiento de millares de católicos y en especial de los buenos hijos de Salamanca. Nuestro Ilustrísimo Prelado, el


Sr. Dr. D. Leopoldo Ruiz y Flores,


Ha tenido a bien disponer que el 30 DE ABRIL del presente año, sea la SOLEMENE CONSAGRACION del mencionado templo; dignándose hacerla el mismo Ilustre Prelado en compañía de los Reverendísimos Obispos Sufragáneos.


Los hijos de Salamanca, que siempre han tenido como el más limpio timbre de orgullo la veneración de JESUS CRUCIFICADO en su advocación del HOSPITAL, por cuyo motivo no han escatimado sacrificio hasta ver terminado su hermoso Santuario; por nuestro conducto, se permiten suplicar a Ud. sea servido en aceptar asistir a la solemne Consagración, con el carácter de INVITADO DE HONOR.


Como tenemos la convicción de que se servirá Ud. aceptar nuestra invitación, anticipamos a Ud. nuestro agradecimiento.


Pbro. Eduardo Ortiz.

Cura Párroco


Pbro. Benedicto Medrano

Capellán


Sírvase presentar esta invitación a la Comisión que estará en la puerta posterior al Nuevo Templo y que llevará el distintivo ROSA




Para saber más acerca de la ceremonia de Consagración, entra en el siguiente enlace:


http://elsenordelhospital.blogspot.com/2009/04/la-consagracion-del-templo-del-senor.html