martes, 13 de octubre de 2009

El inicio de la celebración de gremios en México

Vista del pasillo central de la Parroquia del Señor del Hospital en Salamanca, foto tomada en la Semana de Pascua.


Para entender los motivos de las celebraciones patronales y gremiales que hay en México, nos debemos ir muchos años atrás, al menos un par de siglos antes de la llegada de los españoles y con ellos la evangelización de los pueblos originales de México.

Los Aztecas comenzaron a dominar en el siglo XIV todo lo que era el centro de nuestro país, su Imperio poco a poco se expandía, tenían tratos comerciales con pueblos aliados del norte o con los remanentes de lo que fue una de las civilizaciones mas espléndidas que hayan existido en México, la Maya.

Los tributos establecidos a estos pueblos sometidos eran, además de los bienes de mayor valor en su sociedad, como las plumas, el cacao o los colorantes, lo eran también los esclavos y especial importancia tenían aquellos que habían sido capturados con el fin específico de ser sacrificados durante algunas de las diez y ocho celebraciones que a lo largo del año el pueblo Azteca celebraba, estas iban acorde a los 18 meses en que se dividía su calendario.

Dentro de la organización Azteca los artesanos tenían una jerarquía que los colocaba debajo de los militares, sacerdotes y funcionarios en la escala social, muy cercanos a los mercaderes y pequeños comerciantes y arriba del pueblo y esclavos. Los artesanos estaban organizados de tal manera que cada oficio estaba constituido en su propio calpulli, es decir, en una parte determinada de la ciudad, y era allí en donde realizaban sus faenas. Estos oficios eran tan variados como las necesidades de la época, incluían entre otros a orfebres, talladores de piedra, tejedores de petate, fabricantes de pulque, pintores de telas y tejedores textiles.

Ofrenda florar llevada a San Isidro Labrador durante su celebración del 15 de Mayo en el Templo de Cerrogordo, Gto.

Es por eso que cada barrio o calpulli tenía asignado un día de fiesta y una deidad a la cual rendir culto y agradecer por permitirle realizar sus funciones con eficacia. Dubravka Mindek dice que “La preparación para las ceremonias consistía en la decoración de templos y altares; enramaban los templos, barrían el suelo y echaban infinitas rosas y flores en los altares, mientras que el suelo de los patios los cubrían con hojas de los árboles. Las ceremonias se caracterizaban por interminables danzas y procesiones. La danza desempeñaba una función religiosa más que social”. Una fuente importante de datos sobre la forma de realizar las fiestas entre los antiguos mexicanos las tenemos con Fray Bartolomé de las Casas y Fray Bernardino de Sahagún quienes fueron testigos presenciales de esas festividades.

Con la llegada de los Franciscanos primero, luego los Dominicos y mas adelante los Agustinos y varias ordenes más, se fue dando la evangelización, los primeros años fueron los más difíciles dado que las creencias y devociones estaban muy arraigadas entre los que vivieron en carne propia la Conquista, ya para finales del siglo XVI el sincretismo entre las celebraciones rituales del pueblo iban tomando poco a poco el revestimiento de catolicismo necesario para desplazar las imágenes paganas por Cristo y los santos que para ese tiempo se tenían marcados como los principales para celebrar. Al respecto Mindek comenta que: “En cambio sabemos, que los orígenes de las fiestas de los gremio se remontan a la llegad de los españoles a las tierras americanas y a su afán de evangelizar las culturas indígenas e instaurar las festividades del calendario y del santoral católico en todo el territorio de la Nueva España”.

Peregrinación de San Juan de la Presa al Templo del Señor del Hospital en las vísperas del día de San Juan Bautista en Salamanca, Gto.

Esta, al igual que casi todas las festividades religiosas son traídas por los evangelizadores, las celebraciones del Jueves de Corpus y su octava son una de ellas. Esta celebración va estrechamente ligada a los patronazgos que tienen los Gremios establecidos, es decir, a los Santos Patronos de cada oficio. Citando una vez más a Dubravka Mindek vemos que “Sus orígenes se remontan al Medievo, cuando los gremios eran toda una institución socioeconómica que las leyes establezcan para reglamentar la producción y las relaciones laborales en el taller artesanal”. Cómo esta era, propiamente, la industria existente en la época se establecieron reglas a seguir en cuanto a tamaño del taller, número de personal, dividiéndose este en maestro, oficial y aprendiz. Incluso había una regulación en cuanto a los pasos a seguir en la elaboración del producto. En cada taller “un maestro podía tener solo un número reducido de aprendices y oficiales. Tenía, también la obligación de adiestrar perfectamente a su aprendiz hasta que alcanzara satisfactoriamente los conocimientos y el dominio de los procesos técnicos y productivos; hasta que aprendieran el oficio y se convirtiera en oficial. El oficial debía desempeñarse por algún tiempo como tal y después de unos años podía ascender al grado de maestro por medio de un examen”.


Esto era lo que sucedía en la España medieval, era ya el siglo XVI y en México los españoles se habían ya establecido, reproduciendo la misma organización que había en la península y que durante años les había funcionado. La adaptación de los nativos a este orden no fue nada complicado pues ellos dentro de sus calpulli lo tenían ya establecido, grupos de personas que se dedicaban a un mismo oficio. Se implementan de este modo los gremios en la Nueva España. “Aquí los primeros gremios se fundaron en la Ciudad de México y posteriormente en todo el territorio por donde pasaron los conquistadores”. Hacia 1563 se establecen en ciertas zonas de la Ciudad, dependiendo el oficio que realizan los primeros gremios, como el de los orfebres que trabajaban la plata lo hacen en la calle de San Francisco y los herreros en Tacuba


Nuestra Señora de la Soledad al terminar la Procesión del Silencio el Viernes Santo de 2009 en el Templo de San Agustín de Salamanca, Gto.

Todos los textos en cursiva fueron tomados del libro Fiestas de gremios de ayer y hoy de Dubravka Mindek. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México, 2001.

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